Investigación

La Justicia le negó la excarcelación a la azafata detenida por la amenaza durante un vuelo a Miami

El juez federal Federico Villena consideró que Daniela Carbone podría "poner en riesgo la investigación" si recupera la libertad. Cómo sigue la causa.
La azafata Daniela Carbone seguirá detenida. 

La azafata Daniela Carbone seguirá detenida. 

El magistrado consideró que, de recuperar la libertad, Daniela Carbone podría poner en riesgo la investigación. Según argumentó, esto es porque se detectó que antes de ser detenida intentó borrar el contenido del teléfono desde el cual se realizó la amenaza.

Villena, de todas formas, abrió un incidente para que se evalúe la posibilidad de concederle la prisión domiciliaria.

La mujer, de 47 años y con 25 años de antigüedad en la empresa, que se había negado a declarar ayer ante el juez Villena, se encuentra alojada en una celda en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Ezeiza.

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Fuentes judiciales aseguraron a Télam que la situación de la mujer es "muy comprometida" y que, independientemente de que pueda seguir el proceso en su domicilio, deberá afrontar varios cargos penales y económicos, debido a los perjuicios ocasionados con su accionar.

Si bien la causa se encuentra "bajo secreto de sumario", las fuentes advirtieron que "hay elementos de prueba suficientes" contra la azafata, a quien se acusa de "coacción agravada al piloto" por "referencias a su familia", luego de haber intentado "hacer pasar la amenaza como una interna sindical".

La empleada fue apresada al arribar al país en su último vuelo y está acusada de ser la autora de la amenaza que recibieron tanto el comandante de a bordo en su teléfono celular personal, como otros integrantes de la empresa.

Azafata detenida por una amenaza: la relación con su hija y el chat que reveló todo

La azafata Daniela Carbone, de 47 años y con una hija de 21 llamada Candelaria, se encuentra detenida desde el domingo, acusada de ser la responsable de la amenaza de bomba en el vuelo AR1304 de Aerolíneas Argentinas.

Todo comenzó con una grabación con una voz distorsionada que decía: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos".

Según el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, Carbone, una azafata que lleva trabajando en la empresa más de veinte años, utilizó el teléfono de su hija con un chip prepago para realizar la amenaza.

Este hecho habría sido el resultado de conflictos entre la comisario de a bordo, quien se negó a declarar ante la Justicia el martes pasado y sigue detenida en el Aeropuerto de Ezeiza, y su hija de 21 años.

El chat entre Daniela Carbone y su hija: reproches y quejas

El domingo, previo a la amenaza de bomba del vuelo AR1304, Carbone se comunicó con su hija Candelaria y mantuvieron una conversación tensa y conflictiva.

La azafata había viajado a Estados Unidos el viernes 26 y el domingo le tocaba regresar a Buenos Aires. Extrañaba mucho a sus mascotas, su perro y su gato, a los que consideraba como sus propios hijos en sus perfiles de redes sociales.

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Tan pronto como pisó tierra firme, Carbone se comunicó con su hija y le comentó que estaba "muy cansada" y que el vuelo se le hizo "interminable".

La relación entre madre e hija venía tensa durante toda la semana mientras ambas intentaban recuperar desesperadamente la contraseña de iCloud, la nube que almacena los datos del iPhone de Daniela.

Se presume que perdió el acceso a su cuenta cuando cambió el chip para realizar la amenaza de bomba, según la hipótesis de la investigación.

Cualquier detalle era motivo de discusiones, como por ejemplo, el hecho de que Candelaria tardara unos minutos en responder los mensajes de Daniela con instrucciones para iniciar sesión desde diferentes dispositivos o recordar correos electrónicos y contraseñas.

No eran ni las ocho de la noche del domingo y la discusión no mostraba señales de disminuir. "Eres insoportable". "No se puede hablar contigo". "Estuve trabajando y lejos de casa cinco días". "Llegas y no dejas de dar instrucciones". "Ya sé que tengo que ayudar". Así continuaba el diálogo entre Carbone y su hija. "Si vas a estar con cara de orto cuando llegue y no se te puede hablar, andate a lo de tu novio... Todos estos días estuviste con él en casa".

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Foto a modo de ilustración.

Foto a modo de ilustración.

Nada presagiaba lo que estaba a punto de ocurrir en Ezeiza. La tensa conversación llegó a su punto máximo cuando Carbone señaló el egoísmo de su hija, quien sin anestesia le reprochó: "La egoísta sos vos, que me podés cagar la vida a mí por una pendejada".

La "pendejada" tendría que ver con el uso del teléfono de la joven para hacer la amenaza. Pasaron unos minutos más, mientras los pasajeros que llegaban a Buenos Aires iban desembarcando del Airbus A330 de la aerolínea nacional.

Hasta que algo cambió todo: "Hija, me llevan detenida", dijo Daniela. Candelaria no lo podía creer. Su madre le pidió que llamara urgente a un contacto. Candelaria hizo el llamado indicado y se desayunó con todo lo que estaba ocurriendo. Carbone, mientras era llevada detenida, alcanzó a decirle a Candelaria: "Hija, ni una palabra a nadie".