JUSTICIA

Los detalles de la denuncia contra el empresario acusado de presuntos abusos en Palermo

La causa se inició tras la denuncia de seis familias y tramita en el Juzgado Criminal y Correccional N°50. Los testimonios en Cámara Gesell describen un accionar reiterado y organizado, con alcohol, dinero y regalos para ganar la confianza de los chicos.

La puerta del colegio Palermo Chico al que asistían los menores presuntamente abusados. (Foto: Street View).

La puerta del colegio Palermo Chico al que asistían los menores presuntamente abusados. (Foto: Street View).

La investigación judicial contra el empresario Marcelo Porcel avanza a partir de una causa en la que está acusado de haber abusado sexualmente de compañeros de colegio de su hijo en el barrio porteño de Palermo. El expediente se inició tras la denuncia presentada por seis familias y quedó radicado en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50, a cargo de Carlos Manuel Bruniard, con la intervención del fiscal Pablo Turano.

Los testimonios de las víctimas fueron incorporados mediante entrevistas en Cámara Gesell y resultaron coincidentes entre sí, sin contradicciones ni indicios de fabulaciones. En la causa se describe un accionar reiterado, organizado y progresivo, orientado a generar confianza en los menores y a instalar dinámicas que derivaron en situaciones de abuso.

De acuerdo con el expediente, los encuentros comenzaban con invitaciones informales a la casa o a la oficina del acusado. Eran organizados a través de amigos en común o grupos de WhatsApp que utilizaban nombres en clave como “Yubiyubi” o “Agente P”, y se presentaban como simples juntadas para divertirse o cerrar el año.

Embed - MARCELO PORCEL, EL EMPRESARIO DENUNCIADO POR PRESUNTOS ABUSOS

“Algo que nosotros le decíamos el 'yubiyubi', que era como un baile y, no sé, le pusimos el nombre del “yubiyubi”, y ahora como estas juntadas, para tomar alcohol con Marcelo incluido, le pusimos de nombre 'yubiyubi', era como que le pusimos un nombre clave para saber qué íbamos a hacer", declaró una de las presuntas víctimas.

Una vez en el lugar, Porcel habría ofrecido bebidas alcohólicas como vodka, tequila o whisky, mezcladas con gaseosas, y promovido su consumo mediante juegos, desafíos y apuestas. Según relataron los menores, el acusado ofrecía dinero a cambio de cumplir retos que incluían beber grandes cantidades de alcohol, bajarse los pantalones para mostrar la cola, correr alrededor de una mesa en calzoncillos o completamente desnudos, o bailar en estado de ebriedad.

“Nos llevaba a su oficina, como dije antes, para que no se entere la madre de mi amigo, y bueno ahí sí que… nos daba alcohol pero un montón, hasta que hagamos literalmente todo lo que nos diga porque también, bueno, había plata en el medio. Y bueno, un día, nos hizo, nos dijo, 'Bueno…' así entre las risas que había en el momento, él aprovechó y dijo 'Bueno, ¿por qué no se bajan los pantalones y dan la vuelta a una mesa?'“, contó uno de los presuntos afectados.

Según consta en la causa, el empresario también ofrecía regalos como paquetes de figuritas del Mundial y organizó actividades fuera del entorno habitual. En una salida a un día de campo, se habrían registrado nuevos episodios de abuso.

Bajo el argumento de realizar masajes “relajantes” o “deportivos” con cremas, Porcel tocaba la espalda, las piernas y los glúteos de los menores. En algunos casos, esos contactos se extendían a roces o manipulaciones de las partes íntimas, mientras otros chicos permanecían en espacios separados.

El expediente incluye además un episodio ocurrido en Roma, durante un viaje por Europa. Allí, el empresario le habría dicho a uno de los menores: “Vos te tenés que dejar tocar por un millonario, para tener plata, te tenés que dejar, o sea si vos estás, una noche, y te tenés que dejar tocar por una persona que tiene plata para tener plata, te tenés que dejar”.

En otro pasaje del relato, una de las víctimas recordó una frase utilizada para manipular el vínculo: “Vos sos mi heredero en todos los negocios, yo te voy a dejar todo a vos”.

Las declaraciones también refieren que el acusado incitaba a los menores a participar de apuestas online. “Nos incitaba a apostar también a apostar online, o sea hacer apuestas virtuales. Apuestas deportivas, jugar, como si fuese un casino online”, se lee en una de las exposiciones.

Según los testimonios, el silencio era sostenido mediante regalos, transferencias de dinero y una relación presentada como de amistad. En un caso, Porcel habría transferido 100 mil pesos a uno de los chicos por su cumpleaños con un mensaje que decía “shh”. En otro, envió dinero a una presunta víctima con motivo de la Navidad.

Los menores describieron sensaciones de incomodidad, vergüenza y confusión, y señalaron que continuaron asistiendo a los encuentros por el dinero, el alcohol o el temor a quedar expuestos frente al grupo.

Quién es Marcelo Porcel

Marcelo Porcel es hijo del fundador de Argencard, la tarjeta de crédito que fue vendida hace aproximadamente 30 años al Grupo Exxel. También fue concesionario del shopping Oh! Buenos Aires, un emprendimiento del que se retiró meses atrás.

El año pasado, en el marco de la presentación de ese centro comercial, brindó una entrevista a la revista Forbes. En esa oportunidad, se presentó como representante del Grupo Hatzalaj, una firma de capitales uruguayos y panameños dedicada al desarrollo inmobiliario comercial.

Además, en su cuenta de la red social LinkedIN, Porcel se presenta como presidente de Campazu S.A., una empresa dedicada a la agricultura y la ganadería en la que trabajó durante 20 años.