El trasfondo: un recado para ayudar a su padre
Las hermanas se dirigían al taller porque su padre les había pedido que le acercaran dinero en efectivo para completar el pago de una reparación de su auto. Un mecánico le había ofrecido una rebaja, pero no alcanzaba a cubrir el importe total. Las jóvenes salieron de su casa con ese dinero y nunca imaginaron que el trayecto terminaría en tragedia.
El padre presenció parte del episodio: las vio pasar y, segundos después, escuchó disparos y gritos. Corrió desesperado hasta la calle y encontró a una de sus hijas en el suelo, herida de gravedad.
Testimonios que estremecen
Paula Wilberger, periodista presente en el lugar, relató que la víctima mortal quedó tendida en el asfalto mientras su hermana, herida, intentaba reaccionar. Comerciantes y vecinos escucharon las detonaciones y corrieron hacia el lugar.
Un colectivo y varios autos se detuvieron momentáneamente, pero muchos siguieron su camino, paralizados por el miedo. “La gente tampoco se puede meter porque la terminan ligando también”, comentó uno de los testigos.
Ezequiel, mecánico que trabajaba en el taller, contó que la ambulancia que trasladó a las jóvenes no había sido llamada al lugar, sino que pasaba de casualidad. Fueron los vecinos quienes la detuvieron para subir a las víctimas. “El padre venía gritando ‘¡mi hija, mi hija!’... Fue terrible”, relató conmovido.
Un crimen sin botín
La Policía confirmó que los delincuentes no se llevaron nada. No robaron la moto ni pertenencias de las víctimas. El ataque dejó como único saldo la vida de una joven y la herida de otra.
La joven fallecida, Esmeralda, de 23 años, era la menor de las hermanas. Estudiaba y trabajaba, y era conocida en el barrio por su simpatía. Su muerte causó un profundo dolor en la comunidad y desató una ola de reclamos por mayor seguridad.
La hermana sobreviviente, de 24 años, integra la fuerza policial bonaerense. Recibió un disparo durante el forcejeo pero logró sobrevivir. Se encuentra internada fuera de peligro, aunque con lesiones que requerirán tratamiento.
Indignación y reclamos de los vecinos
El crimen generó indignación no solo en Laferrere sino en todo el país. Los vecinos exigen controles permanentes en la Ruta 21 y mayor presencia policial para frenar a las bandas de motochorros que operan con impunidad.
Hasta el momento, no hay detenidos. La policía intenta identificar a los atacantes mediante cámaras de seguridad y testimonios. La principal pista es la descripción de las dos motos utilizadas en el hecho, ambas sin patente visible.
Las autoridades también analizan si los delincuentes integran una banda conocida por operar en la zona y que habría participado en otros asaltos recientes.