El reciente asesinato de Lara, una adolescente de 15 años, junto a dos chicas de 20 años que eran primas, ha sacudido a la sociedad argentina por su nivel de crueldad y el trasfondo que revela sobre la vida de jóvenes en contextos vulnerables. La cobertura mediática destaca cómo estas chicas, comunes en su edad y presencia en redes sociales, se vieron envueltas en una trama criminal vinculada al narcotráfico.