La participación de Ibáñez quedó bajo la lupa cuando se comprobó que estaba en el asiento del acompañante del auto blanco utilizado esa noche. Su presencia fue confirmada por cámaras de seguridad y registros de peajes en los tramos que vinculan a la zona sur del conurbano con el Bajo Flores, lugar donde residían.
Tanto Florencia como Víctor serán indagados hoy por el triple crimen de Brenda, Morena y Lara.
La confesión ante las cámaras: un giro inesperado en la investigación
Antes de ser detenida, Ibáñez sorprendió al aparecer en una entrevista exclusiva en el canal A24, donde relató su versión de los hechos y defendió a su tío.
“El auto es de mi tío Víctor, pero lo usamos los dos. Estaba con un amigo cuando me dijo que tenía que ir a buscar a un pasajero hasta Florencio Varela y fuimos juntos”, explicó en vivo ante las cámaras.
La joven reveló que, junto a su tío y a un amigo en común, viajaron hasta un kiosco ubicado a cinco cuadras de la casa donde las víctimas fueron asesinadas. “Teníamos que hacer tiempo”, relató, y agregó que Sotacuro les advirtió que el pasajero que debía recoger tardaría “tres horas en llegar”.
Según su testimonio, pidió que la regresaran a su domicilio y descendió del vehículo a las 12.48 en el Bajo Flores, momento en que, afirmó, se despidió de su tío.
“Voy a dar mi celular y el auto, no tengo nada que ver”
Durante la entrevista televisiva, Ibáñez insistió en su inocencia: “Voy a dar mi celular, el auto, también hay cámaras. Voy a hablar con la fiscal para que vea que no tengo nada que ver. Hay cámaras en todos lados, incluso en el peaje a la hora que estoy volviendo. Voy a dar mi celular para que vean la ruta que hice”.
La mujer aseguró que “no conocía a las víctimas” ni había ingresado a la casa donde ocurrieron los asesinatos. Además, denunció que su familia fue víctima de hostigamientos: “A mi tía ya la amenazaron, y yo ahora me estoy exponiendo mucho, pero quiero que dejen de decir pavadas”.
Los registros de peajes que complican a Ibáñez
Uno de los puntos que la Justicia considera clave en la investigación son los registros de los peajes de Dock Sud y San Cristóbal, que muestran el paso del auto blanco durante la noche del 19 de septiembre, entre las 21:00 y las 00:00. Dichos movimientos coinciden con la franja horaria en la que se cree que las víctimas fueron trasladadas a Florencio Varela.
El Telepase del vehículo está a nombre de Ibáñez, lo que refuerza la sospecha de su participación. Para los investigadores, la joven no solo fue testigo de parte de los desplazamientos, sino que habría tenido conocimiento del operativo que terminó con el secuestro de las chicas.
TRIPLE CRIMEN: EL TESTIMONIO CLAVE DE LA SOBRINA DE SOTACURO REVELA EL ROL DEL AUTO DE APOYO
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El arresto en vivo: un operativo inusual
Tras el reportaje en A24, la Policía bonaerense detuvo a Ibáñez en los propios estudios del canal. Según su abogado, Guillermo Endi, la entrevista fue una forma de “garantizar su seguridad”, ya que había denunciado amenazas contra ella y su familia: “Gracias a Dios ahora está más protegida de lo que estaba. Habíamos pedido estar en los medios por la seguridad de su vida”, dijo el letrado.
La indagatoria a cargo del fiscal Carlos Adrián Arribas, de la Unidad de Homicidios de La Matanza, fue programada para el martes siguiente al arresto.
Su relato sobre la noche del crimen
En la entrevista, Ibáñez detalló su encuentro con Sotacuro: “Víctor es mi tío. Yo usaba el auto de él porque vivimos juntos. El Telepase era mío. Estuve acompañada esa noche y de casualidad me lo crucé. Me dijo que tenía que hacer un viaje a buscar a un pasajero, y le dije que sí”.
Afirmó que lo acompañó junto con un amigo hasta Florencio Varela, pero negó haberse bajado del auto ni acercarse a la casa donde ocurrió el triple femicidio: “Nos quedamos tomando en un kiosco. No bajamos ninguno de los tres. Estuvimos a seis cuadras de la casa”.
También recordó que regresó al Bajo Flores cerca de la 1 de la madrugada del sábado, mientras que su tío habría vuelto a Florencio Varela por su cuenta.
“Yo no quiero estar metida en esto. Confío mucho en él, pero no conozco su vida personal ni a quién iba a buscar a Florencio Varela. Solo sé que trabajó de remisero y un tiempo de verdulero”, agregó.
La captura de Sotacuro y el rol que se le atribuye
Por su parte, Víctor Lázaro Sotacuro fue detenido en Bolivia, a donde habría escapado tras el crimen. Para la Justicia, tuvo un rol central: ser el conductor del auto que escoltó la camioneta en la que viajaban las jóvenes hasta la casa donde fueron ejecutadas.
Las cámaras de seguridad captaron al vehículo de Sotacuro circulando la noche del secuestro, lo que resultó una prueba fundamental en su contra. Ibáñez estaba a su lado, en el asiento del acompañante.
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Lara, Brenda y Morena, las tres víctimas fatales del triple crimen narco de Florencio Varela. (Foto: archivo)
La causa judicial y el contexto narco
Con la detención de Ibáñez, ya son siete los detenidos por el triple femicidio, un caso que se investiga como homicidio triplemente agravado por femicidio y por el contexto de narcotráfico. La fiscalía de Homicidios de La Matanza, liderada por Carlos Adrián Arribas, avanza en la recolección de pruebas que permitan reconstruir la ruta de las víctimas desde que desaparecieron hasta que fueron halladas sin vida.
El fiscal también busca establecer los posibles vínculos con organizaciones narco locales, que habrían motivado el brutal ataque.
“Tengo pruebas para demostrar mi inocencia”
En todo momento, Florencia Ibáñez se mostró determinada a probar que no participó del asesinato.
“Tengo el teléfono con el registro de las rutas que hice esa noche. También el auto está disponible para las pericias”, aseguró.
Dijo que su tío “se asustó y se fue”, y que el vehículo quedó en Quilmes antes de que él cruzara a Bolivia. La joven insistió en que “no conocía a las víctimas” y que su participación fue accidental.
La reacción pública y el impacto mediático
La detención de Ibáñez causó sorpresa por las circunstancias en las que se produjo: en vivo, ante las cámaras de televisión. Para muchos televidentes, fue una escena insólita que agregó dramatismo a un caso ya de por sí conmocionante.
En las redes sociales, el arresto generó debate sobre la exposición mediática de los acusados y sobre el impacto que puede tener en el curso de la investigación.
El desafío de la fiscalía
El fiscal Arribas deberá determinar en los próximos días el grado de responsabilidad de Ibáñez y si sus dichos se condicen con las pruebas tecnológicas: registros de peajes, cámaras de seguridad y geolocalización de los celulares. Su defensa sostiene que esas mismas evidencias demostrarán su inocencia.
Mientras tanto, los familiares de Brenda, Morena y Lara siguen reclamando justicia y esclarecimiento total del caso, que ya cuenta con siete detenidos y un entramado que revela un trasfondo vinculado al narcotráfico local.