Los forenses informaron que Susana fue golpeada con un trozo de cemento en la cabeza, asfixiada y estrangulada con las manos. Incluso, después de muerta, le clavaron un cuchillo en el cuello. Además, el cuerpo fue cubierto con pasto y excremento de perro hallados en el patio de su casa. La data de la muerte se estima entre la tarde y la noche del jueves anterior al hallazgo.
Durante el velorio, Fernando Albareda, hijo de la víctima, expresó su preocupación por la investigación, insistiendo en la pista policial. Según el medio Cadena 3, el fiscal Juan Pablo Klinger y los investigadores apuntan a alguien del entorno íntimo de Susana.
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Susana Montoya fue golpeada y asfixiada.
"Estamos en un estado en el cual nos vamos a tener que acostumbrar a que pueda llegar a haber casos, muchos más casos como el de mi mamá", advirtió Fernando en diálogo con Cadena 3. Sus declaraciones apuntaron a la falta de acción de la Policía y la formación de los cadetes.
"¿Por qué no me volvieron a convocar a mí para que dé charlas de Derechos Humanos en la Escuela de Cadetes de Oficiales?", se preguntó, aludiendo a su experiencia y su relación con la policía provincial.
Uno de los aspectos centrales de la investigación es la suma de 76 millones de pesos que Susana y Fernando estaban a punto de cobrar por una reparación histórica firmada por el Ministro de Seguridad de Córdoba. De acuerdo con la prensa local, los investigadores sugieren que el dinero podría ser el nudo detrás del crimen, insinuando una posible disputa relacionada con esta considerable suma.