No es la primera vez que Aníbal Fernández comete excesos verbales. De hecho, lo precede una fama de provocador serial y sus frases polémicas forman parte de la política de los últimos 20 años.
No es la primera vez que Aníbal Fernández comete excesos verbales. De hecho, lo precede una fama de provocador serial y sus frases polémicas forman parte de la política de los últimos 20 años.
Ahora, fue el turno de "las calles regadas de sangre y muerte".
En esta nota repasamos algunas de sus frases más polémicas, entre aquella vieja afirmación sobre la "sensación de inseguridad", dardos para Macri y "defensas poco sutiles" para Alberto Fernández.
Antes de su vuelta al gabinete, Aníbal defendió a Alberto Fernández por las fotos del cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos. Para la defensa usó una figura al menos polémica.
Aníbal siempre se definió peronista, pero alguna vez explicó su orientación.
Contra María Eugenia Vidal dejó una definición repudiable:
Alguna vez criticó a la prensa por haber tergiversado sus dichos sobre la sensación de inseguridad. Sin embargo, la frase es bastante clara. Aquí la cita completa.
Ser defensor oficial de los gobiernos que integra es una característica que Aníbal luce orgulloso. Y alguna vez recordó su rol en el gobierno de Néstor Kirchner, junto con el ahora presidente Alberto Fernández. Para eso usó una extraña definición.
Una de sus primera definiciones, ya como ministro. ¿Acaso un tiro por elevación para su antecesora, Sabina Frederic?
En el verano de 2019, antes de que se conociera la fórmula oficial del Frente de Todos, Aníbal confiaba en que Cristina iba a ganar las elecciones. Lo curioso es que eligió una forma bastante peculiar de nombrar a su jefa política.
Contra Macri declaró en incontables ocasiones.
Otra definición del peronismo.
También durante el gobierno de Néstor Kirchner tuvo un duro cruce con los piqueteros. Aníbal Fernández era ministro del Interior y se quejó del movimiento de Raúl Castells.
Alguna vez Alberto Fernández le respondió a Aníbal Fernández, porque el ahora ministro de Seguridad había dicho que Alberto Fernández se había "cagado en la amistad de Néstor Kirchner".
Alberto no se quedó atrás y le respondió con todo: Dijo que Aníbal era un "energúmeno verbal con complejo de inferioridad". Y además lo acusó de haberse escapado en un baúl, un viejo mito con el que carga Aníbal. Esto dijo Alberto, para diferenciarse de su ahora ministro: "Nunca fui obediente. Nunca me disfracé de progresista. No lo conocí a Arturo Jauretche porque La Cámpora me recomendó conocerlo. Nunca trabajé con José Manuel De la Sota. Nunca quise irme escondido en un baúl".