Conferencias de prensa. Aprobado: 5 (cinco).
Puntos altos al comienzo, explicativas, mostrando consenso político y respaldo académico. Las últimas, extensas, sin novedad, con gráficas con errores. Demasiados lugares comunes constantes.
Aceptación ciudadana de las medidas. Aprobado: 8 (ocho)
La aprobación de las medidas fue muy grande. A pesar de miles de excepciones relatadas y comentadas en los noticieros, la cuarentena logró un importante acatamiento. Los ciudadanos han adoptado las medidas con un gran compromiso. Por supuesto que la medida va perdiendo eficiencia con el paso del tiempo, pero debemos reconocer el esfuerzo de las familias de quedarse en casa.
Declaraciones del equipo político. Desaprobado: 3 (tres).
Su equipo de trabajo no siempre pudo mantenerse trabajando en una misma dirección. Hubo declaraciones desafortunadas de muchos integrantes. Ginés González García, Meoni, Frederic, Solá… el Presidente debió tomar las riendas para evitar las contradicciones y marcar las líneas. Es una apuesta arriesgada tener el rol de vocero.
El comité médico. Aprobado: 9 (nueve).
Se conformó con tino. Tuvo prioridad en la toma de decisiones en cuanto a la salud. Consiguió legitimidad en las acciones desarrolladas, con claras explicaciones. El respaldo médico y científico fue muy relevante para la gestión de la pandemia.
Otros comités. Desaprobado: 2 (dos).
El económico, social y educativo no fueron configurados.
Es necesario para anticipar escenarios, gestionar respuestas más contundentes y dar señales claras.
El vocero. Cuidado: 6 (seis).
Ser vocero tiene riesgos, como la sobreexposición o la falta de fusibles ante posibles errores. Pero permite tener más control del mensaje, más uniforme y coherente.
Consenso. Aprobado: 7 (siete).
La gestión conjunta entre gobernadores e intendentes ha sido constante y con muestras de sensatez en las medidas tomadas. Salvo algún traspié, la sensación general es que todos fueron juntos en una dirección común. Las últimas semanas de declaraciones cruzadas baja la nota. No es tiempo de agendas partidarias, es el momento de trabajo conjunto.
La comunicación de CFK. Desaprobado: 3 (tres)
Poca presencia. No hubo manifestaciones de apoyo ni al Presidente ni a su gobierno. Sin mensaje hacia los ciudadanos ni compromiso con la difusión de recomendaciones.
La deuda. Cuidado: 5 (cinco).
Previo a la entrada en cuarentena, el tema más relevante de la política nacional era el acuerdo por la deuda. Con eso resuelto comenzaríamos a “ponernos de pie”. La flexibilización encontrará un país mucho más dañado y menos tolerante. La negociación continúa.
Comunicación 360°. Aprobado: 7 (siete).
El Gobierno logró orquestar un mensaje unificado de recomendaciones y explicaciones de las decisiones sanitarias, en TV, radio, redes sociales, internet en general, cartelería, etc.
Posicionamiento político. Aprobado: 7 (siete).
Alberto Fernández consolidó su liderazgo, con presencia y un discurso político correcto, de tono amable y cordial. Se colocó en una posición de contraste con el estilo confrontativo de la expresidenta y la denunciada inoperancia del gobierno de Macri. Algunas respuestas a periodistas sobre la angustia, o frases como “qué importa cuánto dure…” reducen la calificación.
La imagen presidencial. Cuidado: 6 (seis).
La alta imagen del Presidente puede ser “pan para hoy y hambre para mañana”. Es uno de los puntos a considerar con cuidado y analizar con mesura. En siete meses, los ciudadanos empobrecidos o sin trabajo, ¿pensarán con la cabeza, el corazón, el estómago o el bolsillo?
Medidas económicas. Cuidado: 4 (cuatro).
Demoras, dificultad de entendimiento, pagos atrasados. Idas y vueltas en créditos y relación con los bancos. Se trabaja en paliativos que no llegan en los tiempos correctos. La nota es por la intención de acompañar de parte del Estado. Con eso solo no alcanza.
Centralidad política. Cuidado: 6 (seis).
El presidente logró la centralidad con la crisis sanitaria, se lo acusó demasiadas veces de un enamoramiento hacia las restricciones más fuertes.
Articulación del frente interno. Aprobado: 7 (siete).
La coalición de gobierno es heterogénea y posee muchos sectores. Esta situación particular produce que Alberto no puede dejar de ser lo que es: un articulador, conciliador y un líder que teje en el día a día.
La Argentina. Desaprobado: 2 (dos).
No hay indicios de superación de grieta. Las posturas más vehementes y confrontativas de los dirigentes de ambas alianzas (Juntos por el Cambio y Frente de Todos) conspiran contra el consenso necesario de largo plazo. Demasiado pronto aparecieron las peleas políticas.