Opinión

Cristina Kirchner y Alberto Fernández: no fueron las formas, fue el fondo

Las tensiones del poder que subyacen en los discursos de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner. ¿Por qué Matías Kulfas se fue y otros no?
Gabriel Slavinsky
por Gabriel Slavinsky |
Cristina Kirchner y Alberto Fernández. 

Cristina Kirchner y Alberto Fernández. 

Atacó al sector que lidera la vice, quizá para ser parte (entusiasta) de la defensa del presidente. Pero no funcionó. Lo perjudicó… porque en el tablero de Alberto, la unidad es la prioridad para el escenario de lo que viene.

Como dijo Agustín Rossi: “La salida del ministro es para mantener la foto” y “me quedo con los cambios que produjo el Presidente, que tiende a preservar la unidad”

Quizá Kulfas supuso que venía un período de mayor autonomía del Presidente por sobre su vice… se equivocó. Esta situación paradójicamente expone el predominio, una vez más confirmado de que la jefa del espacio es Cristina.

Ella y él

En el contraste discursivo quedó claro: Cristina habla poco, pero cuando se expone, se prepara, introduce datos, genera titulares y se producen acciones. Lo del viernes fue una intervención filosa y clara de la ex presidenta, en contraste con las constantes apariciones de su compañero de fórmula, en la que muchos no comprenden sus reales objetivos, un dejo de espontaneidad que parece improvisación, dispersión temática y algunos fallidos con errores que mejor olvidar.

Un contraste discursivo contundente. Una líder que dice mucho y un presidente que no puede, no quiero o simplemente no sabe cómo desarrollar esa difícil tarea.

Ella argumenta con valentía. Él responde con versos de Spinetta.

Ella filosa y contundente. Él responde con su hipismo y un chiste.

Reflexiones y datos adicionales

1. ¿Todos usan el off de modo tan imprudente? Sí, es una imprudencia constante de la mayoría de los dirigentes, que dejan sus “dedos marcados” expuestos a lo que pueda pasar.

2. ¿Esta situación por qué sucede? Porque el FDT no tiene mecanismos claros en el modo de la toma de decisión y no hay consenso entre sus dirigentes. Los conflictos reavivan el problema de origen. Y es que Ellos no están de acuerdo.

3. Pero Berni y Vallejos dijeron que Alberto era borracho, mequetrefe y ocupa del cargo. También atornillado, pelele, ciego, sordo y mudo. Pero son “bancados” por Cristina… Alberto no tiene la chance de sostener a los propios. Poder que le dicen.

4. ¿Si es como dice Cristina que hay un real problema con los dólares, no sería prudente que lo charlen en un privado o en una reunión de trabajo? Pareciera que sí. El presidente debió escucharla ante el mundo. Pese a que Manzur pide que los trapitos se laven en casa. Alberto debe tolerar todo porque “expresa” con sus palabras y acciones que es MEJOR CON CRISTINA Y EN UNIDAD.

Y esto, tiene un objetivo electoral, rememorar el triunfo 2019. Frente a Macri, en primera vuelta afectado por Milei.

5. Para ella los temas fueron la lapicera (falta de decisión), los dólares del banco central, Techint, problemas que considera claves para el país. Para él, su supervivencia.

6. Alberto cedió a Losardo, Frederic, Biondi y Kulfas. Llegaron Manzur, Aníbal, Cerruti… ahora Rossi y Scioli (probablemente). Los cambios fueron por avasallamiento de la “realidad” que por decisiones propias.

7. Agustín Rossi se mete en la interna rapidito y dice que “No significa que desaparecieron las diferencias, sino que empezaron a estar más dialogadas o aceptadas”, parece más de la misma línea previa y muy poco exitosa para establecer criterios de decisión dentro del Frente de Todos.

8. Cristina le pide que use la lapicera a Alberto. Y cuando el presidente la usa, como en el acuerdo con el FMI, se viene una hecatombe:

a.- Si la usa como pide Cristina, es porque ella lo pidió. Por lo que confirma que no tiene poder. Pierde aprobación, legitimidad y posibilidades hacia el 2023

b.- Si la usa de modo diferente en cómo le parece a ella, es criticado duramente, por la interna. Por lo que se confirma que no tiene el dominio del gobierno. Pierde aprobación, legitimidad y posibilidades hacia el 2023

9. En este caso hubo una defensa de Kulfas: “Los que no usan la lapicera son los funcionarios de Cristina”. Y lo que sucedió fue que no es más ministro. Sin querer el golpe fue para Alberto.

10. Es válido decir que el nuevo gabinete es de viejos conocidos. Con hombres de confianza y confiables, hábiles declarantes, “zorros” necesarios para hacer equilibrio de supervivencia y “pasables” para el cristinismo.

11. No es rendición de Alberto. Eso será en la definición de los candidatos para 2023. El presidente resiste, pero eso no es vivir, no es avanzar y no es funcional como líder, ni como posible candidato electoral.

No tiene márgenes, con poca capacidad de maniobra y habiendo construido una imagen de debilidad y dependencia del poder central: ella

12. El presidente va aguantando para intentar ser candidato 2023, por descarte o porque no quede otra opción que mida más, o siendo víctima de la interna y la ciudadanía resignifique como alguien que pueda manejarse con autonomía de la ex presidenta. En cualquiera de los casos es una estrategia muy enroscada. Al margen de perversa.