Panorama

El Gobierno empezó a pagar el voucher educativo, con montos más bajos de lo esperado

Con 20 días de demora, el gobierno empezó a pagar los vouchers educativos prometidos en abril para ayudar a los alumnos de escuelas privadas a mantener su matrícula. Sin embargo, las expectativas no se cumplieron y el programa enfrentó múltiples problemas.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Milei con su ministra de Capital Humano

Milei con su ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello (Foto: archivo)

Con 20 días de demora, el gobierno empezó a pagar los vouchers educativos de ayuda escolar prometidos a principios de abril para que los alumnos de escuelas privadas no pierdan su matrícula.

Era un programa interesante desde dos puntos de vista: por un lado, evitaba que los alumnos perdieran su vacante -teniendo en cuenta que el Estado no tiene la posibilidad de cubrir esas plazas si hay un éxodo masivo de matrícula privada a matrícula pública-; y por otro le permitía al gobierno de Javier Milei hacer una prueba piloto de los vouchers de educación, una propuesta que a largo plazo quiere implementar el presidente si las cosas salen bien. Esto implica dejar de financiar la escuela pública y entregar a cada familia un voucher por hijo para que puedan decidir adónde mandar a sus hijos.

Al principio, el programa generó entusiasmo en las familias, que masivamente se inscribieron. Pero las cosas no salieron como se habían prometido.

Los problemas del voucher

La última novedad es que la mayoría de los inscritos empezó a recibir transferencias de fondos por unos $7.000, muy lejos de las cuotas que pagan para mandar a sus hijos a escuelas privadas. Son los reclamos que llegan a las redes sociales de A24.com

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Sandra Pettovello desplazó al titular de la Casa Libertad. (foto: archivo)

Sandra Pettovello desplazó al titular de la Casa Libertad. (foto: archivo)

En la letra chica del programa de vouchers, se aclaraba que se iba a transferir la mitad del importe de la cuota, pero que solo abarcaba la parte curricular de la factura de la escuela, dejando afuera otros ítems como materias extraprogramáticas, limpieza y seguridad, etc.

Pero la mayoría de las familias no lee cómo está compuesta la cuota escolar y pensó que recibiría un importe mayor, suponiendo que la parte curricular tendría un peso más importante en la factura mensual. Esto no fue así.

Además, el bajo monto se vio maximizado porque al tomar el importe de la cuota curricular se consideró la tarifa de marzo, es decir, que no se aplicaron los aumentos de abril, mayo y junio (en algunos casos, ya empezaron a llegar las facturas de ese mes).

Así, muchas familias que pagan más de $100.000 por cuota escolar solo recibieron un voucher de alrededor de $10.000. Suena irrisorio para un programa que Milei había anunciado con bombos y platillos.

Se suman críticas

Pero los problemas no terminan ahí. Además de haber pagado poco, el proceso de inscripción fue muy engorroso.

Para crear el formulario de inscripción, el gobierno se basó en el formulario del Plan Progresar, un programa con mucha menor demanda que estos vouchers educativos.

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Una investigación advierte sobre la

Una investigación advierte sobre la "segregación" en el sistema educativo argentino. (Foto: Canal 12).

La página colapsó rápidamente y la cantidad de datos que se pedían a las familias para aplicar al programa parecía infinita. Incluso se preguntaba si la familia pertenecía a pueblos originarios o si se percibían como afrodescendientes.

Muchas familias ingresaron a las 3 de la mañana para poder completar el formulario, un esfuerzo que solo tenía sentido si se otorgaban los $27.000, monto que casi nadie recibió.

Una vez llenado el formulario, no había constancia de inscripción ni manera de seguir el proceso. No se sabe cuáles son los criterios de adjudicación del programa.

La promesa era que se iba a pagar el voucher los primeros días de mayo. Eso no pasó. Después se prometió el 14 de mayo y tampoco se cumplió. Finalmente, se fijó para el 20 y, a partir de ese día, algunos mails o SMS comenzaron a informar sobre los pagos. No en todos los casos se efectivizó el pago.

También hubo problemas con las cuentas a las que se debía transferir el dinero.

El voucher porteño

En medio de todo esto, la Ciudad de Buenos Aires lanzó su propio programa de ayuda escolar, transfiriendo el dinero directamente a las escuelas y no a las familias. El contraste fue evidente. El formulario porteño solo pedía el nombre del chico, el documento y el nombre de la escuela, y a los pocos días ya estaba impactado en la factura escolar.

Esto puso en evidencia los problemas de gestión del gobierno de Javier Milei y del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, una funcionaria que Milei elogia públicamente, pero que ya enfrentó duras críticas en su gestión y se habla de la posibilidad de que dé un paso al costado.

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