La Jungla del Poder

El Gobierno ya ganó su propio Mundial y Rodríguez Larreta se colgó la medalla de bronce

Más allá del resultado, el desarrollo del Mundial de Fútbol fue un oasis para el Gobierno: por un mes, no hubo malas noticias. Rodríguez Larreta también aprovechó el impasse y se quedó con el bronce. El kirchnerismo y las comparaciones con Illia.
Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta. La última foto juntos.

Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta. La última foto juntos.

El Gobierno ya ganó la Copa. No importa lo que pase hoy. Políticamente se trata de una victoria impresionante porque permitió ganar tiempo. En 10 días se acaba el año y se transitó la fase final de 2022 sin sobresaltos. Hace un mes que en la Argentina no se habla de inflación, de inseguridad, de pobreza, de la crisis económica, la falta de productos importados, el descontrol del Gobierno, la interna Alberto y Cristina… el Mundial tapa todo. No es una crítica; es una descripción de la realidad.

El 4,9% de inflación coronó el éxito. Cuando la gente se despierte del sueño mundialista va a tener un poco menos de resaca. Ver 4 partidos por día no es compatible con informarse; tampoco ver más de 100 veces los dos últimos goles de Julián Alvarez. En octubre dio 6,3%; en noviembre, adelante hubo un 4. No es poco.

El Gobierno ganó tiempo para tomar algunas medidas difíciles que pasaron desapercibidas: congelamientos, ajustes del gasto, bonos que van por debajo de la inflación, cajas pisadas, presupuestos que no se asignan... Y casi sin conflictividad social, algo impensado para un diciembre tradicional.

Esta semana va a ser más conflictiva. Todos se van a acordar de pedir antes de Navidad lo que no pidieron en el resto del mes. Queda poco tiempo. ¡A llorar a la iglesia! ¡O a San Messi!

Para la gestión, el Mundial fue un oasis: hacer sin tener que toparse con una piedra a cada instante, una crítica a cada paso, un reclamo para cada necesidad.

Para la oposición también fue un bálsamo. La rosca se tomó vacaciones. Mauricio Macri se fue a Qatar y dejó a Juntos por el Cambio en paz. Patricia Bullrich se llamó a silencio unos días y Horacio Rodríguez Larreta volvió a su modo robótico: nadie lo criticó por tibio y dejó para el final una sorpresita (ver más abajo).

Pero volvamos al Gobierno. Massa logró un desaceleramiento de la inflación. ¿Cuál fue la receta para “mejorar” ese índice?

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El 4,9% de inflación anunciado por el Gobierno coronó un fin de año al que se llegó sin sobresalto (Foto: archivo).

El 4,9% de inflación anunciado por el Gobierno coronó un fin de año al que se llegó sin sobresalto (Foto: archivo).

¿Cómo se logró la baja de la inflación?

El número toco el 4,9%. En la práctica sigue siendo una inflación altísima. Para los manuales económicos no cambia si es 4,9 o 5,1%. Pero para la política es muy distinto tener un 4 o un 5 adelante. Hay un cambio de expectativas y la inflación es expectativa.

El número final encierra una “trampa” estadística. El ministro Massa usó todos los recursos que tiene a su disposición para bajar el índice. “Hizo un uso inteligente de la política económica”, describe un hombre de su entorno. “Es un efecto estadístico producto del laburo diario”, aclara. Por las dudas, lo quieren despegar de las maniobras de Guillermo Moreno.

¿En qué consiste ese efecto?

  • Más allá del número final del Indec, el ministro de Economía recibe de manera confidencial cortes estadísticos semanales que le dan una proyección de cómo viene la mano.
  • Esos cortes dan herramientas para trabajar, porque permiten entender qué sectores están aumentando más los precios o cuáles crecen de manera desproporcionada.
  • Con una “gestión quirúrgica” es posible detener determinados aumentos usando distintas herramientas de micro y macroeconomía.
  • Esos cortes también permiten preparar el terreno los días anteriores al anuncio de la inflación para que el impacto sea mayor o menor en la opinión pública.
  • En este caso se comunicó previamente que el índice estaría en torno al 5,5% y finalmente fue menor. El efecto sorpresa fue el buscado.

Es una combinación de usar esa información con levantar el tubo (del teléfono) y juntarte”, explica un dirigente que conoce de memoria los secretos del 5to piso de Economía.

¿Qué efectos positivos tiene esa desaceleración en el mediano plazo?

  • Por un lado, el Gobierno con esto ya descarta el fantasma de tener una inflación del 100% en 2022. Un récord que nadie quiere tener.
  • Por otro, permite alinear expectativas para evitar que las cosas sigan subiendo “por las dudas”.
  • Mientras, hay que tener margen para seguir implementando políticas de largo plazo; aunque eso corre por otro andarivel.

Massa sabía que en el índice de inflación de noviembre se iban a cargar todos los aumentos de tarifas. Por eso se encargó de generar los acuerdos para que el resto de los productos con peso en la canasta no peguen saltos grandes ese mes. “Las tarifas reguladas son casi 1/4 de la canasta. Lo que hizo fue pisar la manguera en lo demás”, explican en su entorno.

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La inflación en alimentos (que es el otro ítem de la canasta con fuerte incidencia) dio apenas 3,5%. Incluso algunas cosas bajaron como las verduras o las carnes (Foto: archivo).

La inflación en alimentos (que es el otro ítem de la canasta con fuerte incidencia) dio apenas 3,5%. Incluso algunas cosas bajaron como las verduras o las carnes (Foto: archivo).

La inflación en alimentos (que es el otro ítem de la canasta con fuerte incidencia) dio apenas 3,5%. Incluso algunas cosas bajaron como las verduras o las carnes.

“No es un académico. Te atiende a las 10 de la noche y da soluciones, y encuentra acuerdos. Algunos sustentables y otros menos. Encontró el timing para administrar el índice. No es un congelamiento, sino escalonar”, explica un dirigente de su espacio.

Más allá de estas observaciones en off, la comunicación oficial del Ministerio de Economía dio su explicación de por qué se desaceleró la inflación. En el punteo (que copiamos textualmente) no solamente son importantes los factores, sino también el orden:

  • Se suspendió el financiamiento por emisión.
  • Se pasó a una política de tasas positivas.
  • Se ordenaron las reservas, que pasaron de negativas (- USD 426 millones) a positivas (+ USD 7.000 millones).
  • Se ordenaron las relaciones y desembolsos del FMI, BID y Banco Mundial.
  • Se ordenó el gasto, bajando del 12.4% de déficit en agosto a cumplir la meta del 2.5%.
  • Se implementó un nuevo régimen de comercio exterior, controlando la fuga de dólares por las SIMIS.
  • Se puso en marcha un programa de precios, con sendero en 49.000 productos de consumo masivo y de producción y precio fijo en 2.000 productos que explican 68% del consumo de la gente.

Como se ve, los cinco primeros ítems son fórmulas liberales (o neoliberales, para temor del kirchnerismo). Recién en los últimos dos se ven recetas más cercanas al kirchnerismo (control de importaciones y control de precios). Massa sabe que en el largo plazo estas dos últimas medidas no sirven; les pone un plazo hasta marzo.

Incluso el ministro está pensando en incorporar a su equipo de confianza a un economista de tinte más liberal que lo ayude a pensar medidas de fondo. El nombre ya está puesto y solo falta cerrar detalles; trabajó mucho tiempo con Martín Redrado.

La acumulación de reservas también le ofrece a Massa una opción adicional. No se descarta que en algún momento pague vencimientos sin renovar deuda como para mostrarle los dientes a los mercados.

Massa busca fortalecerse. Ya dijo que su objetivo es que la inflación de en torno al 3% en abril (es decir, el índice que se publica en mayo). Más o menos para esa fecha se tienen que definir las candidaturas del Frente de Todos. Él dice que no quiere ser; aduce motivos personales, pero -fundamentalmente- no quiere competir para perder.

En el peronismo cada vez son más los que plantean que si tiene éxito, tiene que ser el candidato. Sea para intentar ganar, o bien para perder por poco y renovar el PJ.

Nadie va a decir que Cristina no es más la líder del espacio. Pero sufre cierto síndrome de pato rengo. Sin ser candidata -o sea, sin arriesgar su capital político- tiene menos margen para decidir. Ella quiere el poder de la lapicera; no todos se la quieren dar.

En el kirchnerismo duro plantean que la condena judicial vino como anillo al dedo para que ella decline una candidatura. “El que gane de la oposición va a tener un problema de legitimidad de origen. Va a ser como Illia, que ganó con el candidato más importante proscripto”, plantean. Illia -presidente radical- duró 3 años en su cargo y se tuvo que ir por un golpe militar que tuvo apoyo de sectores del peronismo.

El retorno de Larreta y las dudas sobre Kicillof

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Aprovechando el Mundial, Larreta exhibió una muestra de apoyo importante para la interna al reunir a 2000 dirigentes del PRO y aliados (Foto: archivo).

Aprovechando el Mundial, Larreta exhibió una muestra de apoyo importante para la interna al reunir a 2000 dirigentes del PRO y aliados (Foto: archivo).

Horacio Rodríguez Larreta sigue siendo el candidato con más chances de llegar a la Presidencia. Las encuestas lo siguen posicionando arriba, aunque en los últimos meses Patricia Bullirch empezó a hacerle sombra.

Aprovechando el Mundial, Larreta aprovechó para tejer. La semana pasada en Costa Salguero exhibió una muestra de apoyo importante para la interna. Juntó a 2000 dirigentes del PRO y aliados de todo el país (menos radicales) para intentar reposicionarse como el principal candidato. “Quedó expuesta la verdad real de la composición interna del PRO en el país. El 85% de la fuerza real del PRO, sin outsiders, apoya a Horacio”, dijo un armador.

Quizás el que más llamó la atención en la foto fue Jorge Macri, que hasta hace semanas era exclusivamente el candidato a Jefe de Gobierno de Mauricio (Macri) y Patricia Bullrich. Larreta logró que pose y sonría.

No fue la única presencia llamativa:

  • Luis Juez participó de la foto. A la noche dio una entrevista y dijo que su candidato presidencial es Larreta.
  • También estaba Cynthia Hotton. Es una dirigente evangelista de la provincia de Buenos Aires que fue candidata en 2021 y sorprendió con casi el 3%. No parece mucho, pero puede ser clave para ganar la Provincia.
  • Algunos dirigentes peronistas del interior: Gabriela Nemme (Formosa), Germán Alfaro (Tucumán) y Claudio Poggi (San Luis).
  • Intendentes o ex del conurbano como Diego Valenzuela (3 de febrero), Julio Garro (La Plata) o Martiniano Molina (Quilmes).
  • Aliados como Toti Flores, de la Coalición Cívica.
  • Exfuncionarios de Macri como Rogelio Frigerio o Jorge Faurie.

Demuestra la falta de pericia de Patricia, que es un autito chocador”, plantea un dirigente de buena relación con Patricia pero que hoy trabaja para Larreta. “Mauricio sabe que ella no es confiable al final del camino”, desliza.

En provincia de Buenos Aires apareció otra tensión. Un grupo de intendentes no quiere la reelección de Axel Kicillof. Están hartos de que les digiten candidaturas desde la Capital. En los últimos días habían pedido que Kicillof sea candidato a presidente y que le dejen el lugar a uno de los suyos. El nombre puesto para reemplazarlo es Martín Insaurralde, que todavía duda.

Pero no todos están de acuerdo. En una última reunión de intendentes peronistas del conurbano, Kicillof se llevó un (tibio) respaldo para buscar la reelección. No todos se llevan bien con Insaurralde. “Si no es Axel, tenemos que hacer una mesa y decidir entre todos. Y si no hay acuerdo, vamos a una PASO”, dijo uno de los intendentes presentes en la reunión.

Hoy hay una mesa chica de intendentes o jefes territoriales que integran Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Jorge Ferraresi, Alberto Descalzo, Sergio Katopodis y Leonardo Nardini. Algunos son o fueron ministros, aunque mantienen el control de sus municipios.

En el encuentro se bajaron algunas tensión que existían con la gestión de Kicillof y rescataron que en los últimos 45 días tanto él como Alberto y Massa destrabaron algunos fondos que dan tranquilidad para tener un verano en paz.

“Estamos en el peor momento para el peronismo desde el 2001. Algo disruptivo hay que hacer”, sentenció un líder municipal que insistió en la necesidad de la gestión territorial.

En el peronismo surge en paralelo una alternativa. Habrá que ver si crece. Este lunes se lanza formalmente la boleta que va a competir en provincia de Buenos Aires por el peronismo no kirchnerista. Impulsa Juan Schiaretti presidente, Graciela Camaño gobernadora. Creen que pueden recoger dirigentes que busquen saltar del barco antes de que se hunda. Aunque para eso falta mucho.

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