Los parlamentarios hicieron hincapié en el déficit que deja la compañía estatal para el Gobierno y señalaron que su uso se volvió “un privilegio reservado para unos pocos” debido “al alto costo de los pasajes”. Añadieron que estos detalles, sumado a la “escasa oferta de rutas aéreas”, volvieron a la línea de bandera poco preferida por los argentinos para los viajes de cabotaje.
“La privatización permitirá que Aerolíneas Argentinas opere bajo criterios de eficiencia comercial, mejorando la calidad del servicio y generado un ambiente más competitivo que beneficiará a todos los ciudadanos”, se indicó en un tramo de los fundamentos del proyecto presentado horas atrás.
En su primer párrafo, el proyecto indica que se propone la privatización de Aerolíneas Argentinas "en los términos y con los efectos previstos en la Ley N° 23.696 de Reforma del Estado". Dicha ley, sancionada en agosto de 1989, fue la que posibilitó la ola de privatizaciones de compañías estatales durante la primera presidencia de Carlos Menem.
Si bien destaca que "la conectividad aérea es un pilar fundamental para el desarrollo económico de las regiones. El crecimiento del país, y la promoción del turismo nacional", el proyecto subraya que "viajar con la aerolínea de bandera se ha convertido en un privilegio reservado para unos pocos, financiado por aquellos que apenas logran cubrir sus necesidades básicas".
"Años de corrupción, el uso de la empresa como un nicho para acomodar militancia partidaria, y la extorsión por parte de algunos sindicatos, nos han costado millones de dólares a todos los argentinos", agrega el proyecto.
Por último, y como fundamento principal, la idea de ley presentada por los diputados de PRO señala que la privatización le permitirá a la aerolínea operar "bajo criterios de eficiencia comercial, mejorando la calidad del servicio y generando un ambiente más competitivo que beneficiará a todos los ciudadanos".