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Los gobernadores recuperan terreno con el manejo de fondos millonarios y escapando de la mira de Cristina

Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
Los gobernadores recuperan terreno con el manejo de fondos millonarios y escapando de la mira de Cristina

En el primer tramo de la conformación del gabinete de Alberto Fernández, los gobernadores del PJ habían resultado perdedores. Pero no causaron un conflicto político. En el más bajo perfil, con diálogo y muñeca, los caudillos peronistas comenzaron a recuperar terreno, ya manejan fondos multimillonarios y tratan de gestionarlo políticamente para evitar la sombra y los vetos de Cristina Kirchner, que en un principio dejó afuera a varios “recomendados” de ellos.

La contraofensiva de los gobernadores, por ahora, tiene éxito. Colocaron a algunos hombres en áreas clave y “cajas” vinculadas a sus provincias: la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería; el nuevo Plan Belgrano, que se llamará Plan Norte Grande; y pelean por el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR) y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.

Algunos de estos programas implican el manejo multimillonario de partidas para obras públicas. El ex Plan Belgrano presupuestó, entre 2015 y 2019, unos 16.000 millones de dólares y el FFFIR tiene a disposición 1020 millones de dólares de organismos multilaterales.

Los gobernadores se mueven casi en forma confidencial para no activar el radar de Cristina. La vicepresidenta vetó a Pablo Yedlin como ministro de Salud, que había sido pedido por el gobernador de Tucumán, Juan Manzur. En su lugar, Alberto Fernández y la ex presidenta acordaron encumbrar a Ginés González García.

También Cristina le puso bolilla negra al senador Carlos Caserio para el Ministerio de Transportes. Iba a representar al peronismo cordobés. Finalmente, Alberto acordó con Sergio Massa designar al massista Mario Meoni, ex intendente de Junín. Pero Caserio logró introducir en esa cartera a dos funcionarios de transportes de Córdoba: Walter Saieg, en la Secretaría de Gestión del Transporte; y Gabriel Bermúdez, en la Subsecretaría de Transporte Automotor.

De ese modo, los gobernadores aliados de Alberto solo habían podido colocar como único representante genuino al secretario de Minería, Alberto Hensel, mano derecha del mandatario de San Juan, Sergio Uñac. El misionero Sergio Lanziani, secretario de Energía, es más amigo del senador Maurice Closs que del jefe político de Misiones, Carlos Rovira.

Y Cristina había logrado imponer a Luis Basterra como ministro de Agricultura en lugar de Gabriel Delgado. Basterra es hombre del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, pero tiene lazos muy sólidos con La Cámpora y el kirchnerismo duro, con quienes convivió 8 años en la Cámara de Diputados.

Es por ello que los gobernadores del peronismo histórico y ortodoxo fueron por la reivindicación, por ahora en forma discreta. El jefe político de Tucumán, Juan Manzur, logró dos lugares clave. Su mano derecha, Jorge Neme, será secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, cargo que tenía el macrista Horacio Reyser. Desde Relaciones Exteriores gestionará todo lo vinculado a inversiones y comercio internacional.

Neme era el “canciller” de Manzur. Hasta hace dos semanas, era secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán y presidía la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (Zicosur), un bloque de provincias y estados de todos los países de la región. “Van a impulsar las economías regionales y las misiones comerciales para llevar inversiones a las provincias”, dijo un funcionario.

El otro funcionario favorecido de Manzur es Sisto Terán, que dirigirá el emblemático Plan Belgrano de Mauricio Macri, que cambiará de nombre: se llamará Plan Norte Grande. Y quedará bajo el Ministerio de Obras Públicas, de Gabriel Katopodis, para hacer todas las obras del Norte. Una caja más que apetecible para hacer gestión y política. Terán, ex director de la Unidad Ejecutora del Ministerio de Economía de Tucumán, estará secundado por otro tucumano, Marcelo Caponio. El Plan Belgrano había comenzado en 2015 con otro tucumano, pero macrista, el diputado radical José Cano. Según datos de la unidad ejecutora del Plan Belgrano, de los 16.000 millones de dólares para cuatro años, ejecutó el 45% y se realizaron 3795 obras.

“Tengo el sueño de poder hacer la autopista San Miguel de Tucumán-Termas del Río Hondo”, dijo Terán, según consignó el portal Eltucumano.com. “Me gustaría comenzar con plantas de tratamiento de líquidos cloacales en Alderetes y Banda del Río Salí, y distintas obras presentadas ante organismos internacionales”, dijo, con visión localista.

Otros gobernadores, con el liderazgo del santiagueño, Gerardo Zamora, presionan para quedarse con el manejo del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR), que está bajo la órbita del Ministerio del Interior. El ministro Eduardo “Wado” de Pedro debe nombrar allí cuatro delegados. Varios líderes provinciales impulsan al ex gobernador de Tierra del Fuego, José Estabillo (1992-2000), al que consideran “uno de ellos”. En Interior dicen que no hay nombres.

Pero Estabillo tuvo históricamente excelente relación con los Kirchner. Por eso, los gobernadores creen que la ex presidenta y Wado no lo vetarían. El FFFIR continuará bajo la Secretaría de Provincias. Allí De Pedro nombró a Silvina Batakis, ex ministra de Economía de Daniel Scioli durante su gobernación bonaerense (2007-2015). Hubo tironeo para que el FFFIR pasara a Obras Públicas, de Katopodis, pero lo retendrá De Pedro. Es otra de las cajas de peso en el Estado. Con el aporte de organismos internacionales, la gestión macrista de Rogelio Frigerio hizo 146 obras en todo el país y dejó en ejecución 65.

Por otra parte, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, designó a su ministro de Planeamiento e Infraestructura, Luis Benedetto, al frente de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (Cafesg), aunque continuará como ministro y ahora lo impulsa para dirigir la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, un organismo binacional creado por la Argentina y Uruguay para administrar esa represa.

En medios entrerrianos aseguran que Benedetto pasaría así de manejar la caja más grande la provincia a la otra gran caja entrerriana. En su provincia hubo denuncias por la ruta 38, una obra que costó 249 millones de pesos y recibió críticas por su mal estado.

Por debajo del radar de los grandes medios (y de Cristina) los gobernadores -los grandes perdedores en el reparto del gabinete- quieren reconquistar posiciones. ¿Lo lograrán?