Es decir, que todavía se desconoce cuál será el porcentaje final de aumento que se percibirá en las cuotas de los afiliados. Para dirimirlo, las prepagas esperan conformar una mesa de negociación con el Gobierno para conformar un esquema que dé mayor previsibilidad a empresas y afiliados.
A partir de ahora, las firmas de medicina privada pueden avanzar en comunicar sobre los aumentos a los afiliados, ya que deben avisar con 30 días antelación antes de aplicar las subas, es decir que para incrementar los valores en septiembre deberían informarlo a los usuarios el 30 de julio.
En junio, las empresas de medicina prepaga presentaron ante la Justicia una medida cautelar para que se autorice un aumento del 9,77% sobre el valor actual de las cuotas. Las compañías justifican que el mismo Gobierno -vía la resolución del Ministerio de Salud 987/21- indicó que es “necesario” tomar una medida “de forma inmediata y sin dilación alguna” para “dotar de recursos genuinos al sistema” de manera de “obtener los mejores resultados como consecuencia de la negociación paritaria” y teniendo “especial consideración de la situación sanitaria y epidemiológica actual”.
Las firmas de salud privada manifestaron que hay diferencias del 35% que deberían suplir para cubrir sus costos y teniendo en cuenta que el sector ya tiene paritarias vencidas, con lo que el monto a afrontar para las compañías será aún mayor.