Panorama

La Libertad Avanza se consolidó como primera minoría en Diputados: ¿cuántos votos le faltan para aprobar leyes?

El bloque libertario alcanzó 95 bancas pero todavía necesita aliados para poder aprobar leyes. ¿A qué lo habilita la nueva mayoría y con quién va a negociar para llegar a 129 votos?

La Libertad Avanza se consolidó como primera minoría en Diputados: ¿cuántos votos le faltan para aprobar leyes?

La Libertad Avanza llegó a la primera minoría de Diputados con un movimiento quirúrgico: un legislador entrerriano, Francisco Morchio que responde al gobernador Rogelio Frigerio decidió mudarse al bloque oficialista. Con ese salto, el bloque libertario alcanzó 95 bancas y dejó atrás a Unión por la Patria, que cayó a 93. Fue un recordatorio de que, en política, las matemáticas siempre responden al poder, nunca al revés.

La maniobra ocurrió mientras el peronismo volvía a romperse. El mismo efecto pero al revés. Los tres diputados catamarqueños armaron su propio bloque, el puntano Jorge "Gato" Fernández también se fue y los tucumanos que responden a Osvaldo Jaldo consolidaron su "Independencia". Cada fisura alivió al oficialismo, que venía contando los porotos y jugando para que eso pase. Después de semanas de tensión, LLA se aseguró un podio que le va a permitir tener una posición institucional dominante dentro de la Cámara. Algo que hasta ahora parecía muy lejano.

Tener la primera minoría no es sólo simbólico, es una herramienta concreta de poder legislativo. Implica garantizarse la presidencia del cuerpo (sin tener que apelar a amigos). Y en este caso significó también la vicepresidencia segunda para Luis Petri.

Pero no es solo eso. El que tiene más diputados, se queda con la llave del reparto de comisiones permanentes y la mayoría de las presidencias, especialmente las estratégicas. Es la llave para manejar el timing de los temas que se debaten. Ya no les podrán meter temas por la ventana ni bloquear el tratamiento de temas sensibles para el Gobierno.

¿Cómo quedan los bloques de Diputados?

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Así queda la cosa:

  • LA LIBERTAD AVANZA: 95

  • UNIÓN POR LA PATRIA: 93

  • UNIDOS: 22

  • PRO + UCR Y OTROS: 22

  • PROVINCIALES: 16

  • IZQUIERDA: 4

  • OTROS: 5

Qué ventajas da ser la primera minoría

La primera minoría accede a más cargos institucionales y al control de comisiones de peso como Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Legislación General. Traducido al idioma del poder: define qué se discute, cuándo y bajo qué condiciones.

El oficialismo lo entendió desde el 27 de octubre, al día siguiente de las elecciones. Había dos batallas: una era la electoral y se ganó; la otra era de rosca política. Así pasaron de 81 a 95. Primero se aseguró la herramienta; después discutirá el uso. Sin esta base, cualquier negociación de leyes era un ritual destinado al fracaso.

Para Milei, que considera al Congreso una mezcla de escollo y escenario, cerrar esta ingeniería interna era estratégico. Ordenar la Cámara antes de ordenar la política: una secuencia bastante mileísta.

Las alianzas posibles para aprobar leyes

El nuevo mapa abre un segundo capítulo: cómo llegar a los 129 votos de quórum. El PRO, la UCR (oficial) y el MID armaron un interbloque con 22 votos potenciales. Todos los que lo integran fueron como aliados de La Libertad Avanza en estas elecciones o en las anteriores. Con esos ya tiene 117.

Además los 16 diputados provinciales, varios tienen vínculos aceitados con la Casa Rosada. Seguramente negociarán transferencias o promesas de obras. No son aliados, pero van a ayudar si los ayudan. Con algo de financiamiento, esos votos pueden estar. Ahí ya está el número mágico de 133.

El oficialismo también mira a un sector del justicialismo. Los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora suelen acompañar iniciativas específicas. Y en votaciones ajustadas, la ausencia también se volvió un instrumento político útil: no sumar, pero permitir.

El cierre: lo que viene cuando se apague la euforia

La nueva composición deja a La Libertad Avanza como fuerza dominante, aunque lejos de la mayoría propia. Por ahora, el oficialismo controla la Cámara, pero no controla los votos. Ahora empieza el tramo más delicado.

El 2026 aparece en el horizonte con dos pruebas de fuego: el Presupuesto y las reformas laborales e impositivas que Milei quiere instalar como bandera de supervivencia. Para todo eso necesita algo que todavía no tiene: una coalición parlamentaria estable.

Por ahora, Milei logró una foto. El desafío será que esa foto se convierta en película. Y en este Congreso, cada mayoría es un espejismo que se evapora apenas empieza la sesión.

El Gobierno se aseguró por primera vez el lugar principal del recinto. Lo que todavía no sabe es si le alcanzará para gobernar e imponer las reformas que le prometió a sus votantes, al círculo rojo y a Estados Unidos.