Si esa derrota se confirmara en noviembre y el peronismo volviera a entrar en etapa de definiciones, una nueva alternativa podría surgir para aquellos sellos del PJ que hayan sobrevivido a la debacle. Esto es: la posibilidad de que varios gobernadores discutan la conformación de un nuevo polo de poder, un proyecto de peronismo moderado y “federal” con el que salgan a buscar una nueva representación.
¿Vuelve la liga?
En ese puñado de jefes provinciales sobrevivientes hay dos a los que, por lo menos, no les falta ambición: Manzur y Uñac. El sanjuanino tiene sus aspiraciones en stand by desde hace tiempo, pero siempre parece listo para dar el salto a Buenos Aires si se diera la oportunidad. Manzur, por su parte, ostenta un perfil alto, quedó fortalecido tras imponerse en las PASO a su vice, Osvaldo Jaldo, y nunca desatendió la posibilidad de volver a intervenir en la "política grande".
El Frente de Todos tucumano obtuvo este domingo el 48,68%, y, dentro de ese porcentaje, Manzur sacó el 61% de los votos contra el 38% de Jaldo. Juntos por el Cambio, con sus tres listas, llegó al 35,2%. Claramente el gobernador tucumano fue uno de los ganadores de la jornada.
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La chance de un nuevo alineamiento es un especulación temprana pero, a la vez, esta clase de charlas nunca dejan de producirse en las mesas de los operadores. Y más cuando la expresión peronista en el poder (en este caso, la del Frente de Todos) entra en crisis. De todas formas, el kirchnerismo ya pasó por derrotas similares y supo recuperarse, así que la historia no está cerrada.
Por el momento, este puñado de gobernadores que resistieron la oleada permanecerán en sus terruños y buscarán revalidar -e incrementar- estos números en noviembre, mientras el kirchnerismo se cocina en sus propias internas en el AMBA. No es momento todavía para levantar la cabeza.
Los demás gobernadores del PJ que despuntaban en el escenerio deberán revisar qué pasó para no confirmar la derrota en noviembre. El santafesino Omar Perotti le ganó las PASO a Agustín Rossi pero Juntos por el Cambio le sacó 10 puntos al peronismo con sus 4 listas. En La Pampa, las 5 boletas de Juntos por el Cambio aventajaron por 10 puntos a la nómina de unidad del peronismo conformada por Daniel Bensusán, que responde al gobernador Sergio Zillioto, y María Luz “Luchy” Alonso, secretaria de Cristina Kirchner en el Senado.
¿El quórum en riesgo?
El resultado de este domingo y la situación en que quedaron los gobernadores propios pone en riesgo el quórum que el oficialismo tenía en el Senado. Si en noviembre se repitieran estos números, Cristina perdería la mayoría en el recinto, lo que trabaría todos los intentos del Gobierno de poner en marcha el plan que tenía previsto antes de la pandemia.
Con estos números, el Frente de Todos quedaría con 36 bancas en el Senado, Juntos por el Cambio con 34 y los partidos provinciales con las dos restantes. El quórum propio se alcanza con 37 voluntades. Más que nunca Cristina necesitaría de los aliados de Río Negro y Misiones, que responden a partidos locales. Los proyectos serán negociados o no serán. Salvo que el oficialismo logre revertir el panorama en las elecciones generales.
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Esta misma debilidad se advierte rápidamente en otros dos frentes, uno macro y el otro micro. En lo grande: ¿con qué espalda se sienta ahora el Gobierno para negociar con el FMI? Y en el barro del territorio, casi lo pintoresco, ¿cómo queda ahora Máximo Kirchner en su gesta para conducir el PJ Bonaerense, una provincia que (como en 2015) quedó prácticamente pintada de amarillo? Distintos interrogantes sobre la complejidad de lo que viene.
¿Cambios en el gabinete?
La derrota de este domingo también impacta directamente en el elenco estable del Gobierno, que fue loteado desde el día 1 del Frente de Todos. Según pudo saber A24.com, en la Casa Rosada tenían claro que, en caso de una posible derrota, uno de los primeros fusibles sería el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el hombre que el Presidente resistió con todas sus fuerzas para que no fuera candidato. Y ahora podría haber llegado el momento de asumir ese costo.
De ser así, el desplazamiento no respondería más que al objetivo con el que fue creado el cargo de jefe de Gabinete. Ese movimiento podría tener relación directa con el “equipo chico” de gobernadores que quedó en pie tras el tsunami. A la cúpula del Frente de Todos se le presentan dos opciones para relanzar el equipo de Gobierno: o kirchneriza sus filas (lo que no sería recomendable) o se abre a otros actores del peronismo que no fueron tenidos en cuenta.
Y ahí podría entrar en juego Manzur, que ya había sido mencionado como posible jefe de Gabinete cuando Alberto estaba armando el Gobierno. Ex ministro de Salud de Cristina, el tucumano viene fortalecido de las elecciones en su distrito y podría oxigenar el gabinete, aceitando además los vínculos con los otros peronismos provinciales. Se sabe en política que el ganador se cotiza.