Esta semana, un sondeo de la Universidad de San Andrés lo puso al frente del listado de dirigentes de mejor imagen del país. Según esa encuesta, Milei tiene una imagen positiva de 42% y se ubica al tope de las preferencias. Dos puntos abajo quedó Larreta. Además, un 16% lo considera el líder de la oposición por encima de Patricia Bullrich, una de las presidenciables.
Cada vez que presenta un tema, termina siendo un asunto de debate público: la dolarización, el movimiento “antipiquetero”, el término “la casta”… No necesariamente se traslada a voto, pero es una espada de “Domacles” (SIC) que se posa sobre la cabeza de Juntos por el Cambio.
Por eso creen que necesitan ampliar su base electoral. Juntos por el Cambio tiende puentes hacia el interior del país. Aunque hay otro jugador por afuera de “la grieta” que podría alterarle los planes…
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Un sondeo de la Universidad de San Andrés puso a Milei al frente del listado de dirigentes de mejor imagen del país (Foto: archivo).
Un grupo de dirigentes está tratando de crear la Confederación de Partidos del Interior de Juntos por el Cambio. Juntar a muchos partiditos chicos y figuras provinciales para hacerle fuerza a la UCR y el PRO. En muchos casos son liberales (o conservadores) que en las provincias son potenciales competidores de las ideas de Javier Milei.
Este proyecto tiene el visto bueno de Mauricio Macri y tuvo un primer logro: presionar para que se cree la Mesa Federal de Juntos por el Cambio.
Este armado reconoce una falla que tuvo Macri durante su gestión presidencial. Desatendió a los aliados que sumaban desde las provincias, creyendo que solamente con la estructura del PRO alcanzaba para gobernar. Algo parecido le pasó con los socios del radicalismo y la Coalición Cívica.
¿Quiénes serían los dirigentes y espacios que estarían incluidos?
- Luis Juez y su Frente Cívico
- Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos de Caba)
- Partido Demócrata (Mendoza)
- Partido Popular de Corrientes (su líder es el vicegobernador Pedro Braillard Poccard)
- El Partido Ser de Santa Cruz (que salió segundo en la última elección y dejó tercera a Alicia Kirchner)
- Partido Demócrata Progresista (Santa Fe)
- Unidos por San Luis (del exgobernador Claudio Poggi)
- El Bloquismo de San Juan (de la familia del exgobernador Alfredo Avelin)
- Sectores del Partido Renovador de Salta
También quieren sumar al socialismo santafesino y sectores del Movimiento Popular Neuquino, con representación parlamentaria.
Esta incipiente fuerza va a tener una primera presentación oficial el 8 de abril en Santa Fe. La idea es mostrar un gran frente que pueda unificarse contra el peronismo en la provincia, con los socialistas adentro.
El factor Schiaretti
La Confederación de partidos también quiere ser protagonista en Córdoba, donde Luis Juez encabeza las encuestas de intención de voto para gobernador. Sería la gran prueba de fuego de esta línea interna de Juntos por el Cambio.
Aunque para esto hay una traba importante. El PRO está intentando cerrar un acuerdo que podría dinamitar todo…
El PRO quiere sumar a Juntos por el Cambio al gobernador Juan Schiaretti. Quieren ofrecerle un lugar trascendente en la alianza. Podría ser la candidatura vicepresidencial. Algunos, incluso, se ilusionan con que vaya como candidato a intendente de la Ciudad de Córdoba, para tenerlo en la boleta.
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El PRO quiere sumar a Schiaretti a Juntos por el Cambio. Quieren ofrecerle un lugar trascendente en la alianza (Foto: archivo).
A cambio de esto le ofrecen la posibilidad de ir a una gran interna en la pelea por la gobernación. El PRO sostendría a un candidato a gobernador que dividiría votos con Luis Juez, y de esa manera ayudaría a ganar al peronismo cordobés. El candidato sería Gustavo Santos, exministro de turismo de Macri.
Así, Schiaretti se garantizaría un triunfo de su candidato a gobernador, Martín Llaryora, actual intendente de Córdoba Capital.
La principal preocupación de un líder político es la conservación del poder en su distrito. Hoy Juntos por el Cambio es el espacio nacional de mejor consideración en Córdoba y su máximo bastión.
Hacemos por Córdoba (la versión del peronismo local) lidera en la provincia. En una elección provincial en que no esté el nombre de Schiaretti en la boleta puede pasar cualquier cosa: para Schiaretti, perder la provincia sería su final político; para Juntos por el Cambio, perder Córdoba sería un duro golpe. Esos serían los incentivos para una virtual alianza.
En el PRO dicen que ese acuerdo está muy cerca. Tres importantes fuentes a cargo de las negociaciones en las provincias ratifican que Schiaretti les dio señales claras de que habrá un acuerdo al final del camino. Cerca de Schiaretti lo desmienten rotundamente.
Es verdad que el gobernador empezó a levantar su perfil nacional: quiere que se lo vea como un buen gestor, un hombre templado, antigrieta, recuerda que es economista (por si alguien lo había olvidado) y hace saber que está bien de salud para encarar cualquier desafío.
Desde su espacio fueron los primeros en oponerse a la reforma al Consejo de la Magistratura, presentaron un proyecto para eliminar las retenciones y pidieron que las empresas de servicios públicos (Aysa, Edenor, Edesur) pasen a la órbita de Ciudad y Provincia.
Pero en el peronismo cordobés dicen que su líder no está pensando en aliarse con Juntos por el Cambio, sino en ver cómo puede amalgamar las fuerzas de todas las “provincias productivas”, que a su criterio son las que no gobiernan en la Argentina desde hace años.
Schiaretti piensa en un proyecto político que pueda reconstruir el armado de Alternativa Federal, que en su momento habían impulsado con Sergio Massa, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey. Ese espacio antigrieta se destruyó cuando Roberto Lavagna se negó a ir a una PASO adentro de ese frente y cuando Cristina nombró a Alberto Fernández como candidato.
Alternativa Federal
En el peronismo cordobés aseguran que Schiaretti piensa en un proyecto que pueda reconstruir el armado de Alternativa Federal, que en su momento tuvo en el mismo espacio a Sergio Massa, Miguel Pichetto y Juan Manuel Urtubey (Foto: archivo).
Ahora, el “centro” quedó vacante, pero cree que puede sumar adeptos si la crisis del Frente de Todos se precipita. Cerca de Schiaretti ven que hay actores del peronismo que cada vez están más descontentos con el oficialismo: líderes “peronistas de provincias no feudales”. Omar Perotti, de Santa Fe, o Sergio Uñac, de San Juan, serían buenos ejemplos.
En ese análisis, el “reinado” de Cristina Kirchner es cada vez más cuestionado. Creen que ya ella no tiene la fuerza que tenía hace dos años y que la crisis del Frente de Todos también se la va a llevar puesta: perdió el control de Diputados, del Senado y está en duda Buenos Aires. “Es la primera vez en la historia que un gobernador de la Provincia tiene la imagen por el suelo”, plantean.
Hoy, Schiaretti tiene 70% de aceptación en Córdoba y es visto como una especie de patriarca. Hasta Luis Juez, histórico opositor del peronismo, elogia su gestión, algo impensado en 2005.
El temor de Juez y la carta que busca jugar la UCR
Juntos por el Cambio en Córdoba se mueve al compás de esa historia de alianzas, acuerdos y traiciones. Juez busca ser gobernador y quiere ser ungido candidato cuanto antes. Teme a la traición de sus socios.
El radicalismo cordobés ofrece la opción de Rodrigo de Loredo, que acaba de ganar como candidato a diputado. Entre ellos hay buena relación. Podrían ir a una interna para resolver la candidatura o incluso analizan ir a un compromiso público de hacer 4 años y 4 años. Sería algo inédito en la política argentina, donde planificar a 1 semana es mucho.
Juntos por el Cambio necesita sumar como sea. Creen que están cerca de volver a ser gobierno en 2023 y que la derrota del peronismo es inevitable. Pero no están tranquilos porque sufren el crecimiento de Javier Milei en las encuestas.
Diego Santilli recorre la provincia de Buenos Aires sumando dirigentes del peronismo (la semana pasada anunció el pase de la exrandazzista Florencia Casamiquela). También recorre el interior del país.
Por eso Macri dio el ok al armado de la Confederación de Partidos provinciales; por eso avanza el operativo seducción a Juan Schiaretti. Por eso, Horacio Rodríguez Larreta teje silenciosas alianzas con dirigentes locales de otras fuerzas con los que habla semanalmente, como Felipe Álvarez, de La Rioja, o Lucila Crexell, de Neuquén.
Entre la interna del Frente de Todos y la situación social
Esta preocupación por el crecimiento de Milei no se limita a Juntos por el Cambio. Se extiende a toda “la casta” política. Ahora todos están pensando no solamente en cómo ganar la elección, sino también en cómo gobernar.
Empieza cambiar el paradigma en ciertos sectores del peronismo. Ya no es “sin Cristina no se puede”, sino “con Cristina tampoco”. El combo se completa porque cada vez menos dirigentes confían en el liderazgo de Alberto Fernández, aun coincidiendo en que no hay otros caminos posibles más que el propuesto por el Presidente. El problema es que no creen que él sea el conductor que los pueda llevar por ese desierto.
Eso explica en parte las fotos del Sergio Massa con la oposición. Y una amenaza que dejaron trascender: “Si el Frente de Todos no ordena su interna, podemos irnos del Frente”. Por ahora eso solo una amenaza.
Grupos de izquierda advierten que la situación social está desbordada. Amenazan con ampliar su plan de lucha en las próximas semanas.
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El acampe de 48 horas en la 9 de julio. Los organizadores advierten que esa postal se repetirá (Foto: NA).
El acampe de 48 horas en la 9 de Julio fue parte de la fase 2 de un plan cuya intensidad promete ir creciendo. En total hay planificadas 5 fases. En esta fase 2, el kirchnerista Juan Grabois participó con una foto. ¿Podría movilizar gente en el futuro?
La izquierda reclama que se aumente el cupo de planes sociales y que manden comida a los comedores (“No solo polenta y fideos”). Para los dirigentes sociales que estuvieron en la 9 de Julio esta semana, no es solo una cuestión de fondos. “Es la interna del oficialismo el problema. El ministerio de Desarrollo está loteado entre los intendentes, los movimientos sociales K y La Cámpora. Por eso está paralizado”. Una síntesis de la gestión de Alberto.
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