Pero en la reunión de la Casa Rosada se barajó una tercera opción, un plan C: sorprender apoyando al kirchnerismo y votar la expulsión de Kueider este mismo jueves. Esta alternativa se discutió en la más alta esfera del Gobierno aunque finalmente se descartó. ¿Se descartó? En la noche del miércoles se presentó un pedido de suspensión a Oscar Parrilli, que está procesado por la causa del Memorandum con Irán. ¿Podría ser parte de la misma jugada?
El plan C
"Nosotros somos el cambio. No defendemos a corruptos ni especulamos nunca. Este tipo apareció con 200.000 dólares de contrabando y los caraduras de los K piden la expulsión con la cantidad de causas que tienen ellos. ¿Por qué nosotros tenemos que quedar pegados con esto?", se preguntó uno de los presentes en la reunión de La Casa Rosada.
Hoy La Libertad Avanza tiene 6 senadores de 72. Menos del 10% de la Cámara. Con sus aliados circunstanciales apenas supera los 20. Estirándose a todo el no kirchnerismo tiene 39, pero muy pocas veces logró juntarlos. "Si igual estamos fritos en el Senado, ¿para qué regalarles esta bandera", insistió en su argumentación.
La iniciativa no prosperó (al menos en apariencia) aunque nunca hay que descartar que esa alternativa se pueda poner sobre la mesa a la hora de la votación. Claro, se necesita la autorización desde lo más alto del poder.
El pedido de suspensión a Parrilli podría ir en el mismo sentido. Si los libertarios apoyaran la expulsión de Kueider y luego el kirchnerismo no apoya la suspensión a Parrilli, entonces en el oficialismo dejaría en off sida al peronismo. Un dilema que podría poner en aprietos a la propia Cristina Kirchner.
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El Senado comienza a tratar el Presupuesto 2023 esta semana (Foto: Télam)
¿Qué tiene que pasar para que se expulse a Kueider?
La Constitución Nacional prevé en su artículo 66 que para ejercer una acción disciplinaria contra un diputado o senador se necesita 2/3 de los presentes. Esto valdría tanto para la expulsión (que propone el kirchnerismo) como para la suspensión (que proponen los libertarios y sus aliados).
Sumado a eso, los proyectos de expulsión o de suspensión no tienen dictamen de comisión. Esto implica que para habilitar el tratamiento también se necesitan otros 2/3. Por lo tanto, salvo que se aplique el plan C (libertarios apoyando la expulsión) la sesión quedaría en la nada.
Más adelante, de acuerdo al artículo 95 del Senado, se podría reunir la Comisión de Asuntos Constitucionales y emitir un dictamen para cualquiera de las dos opciones.
¿Se necesitan pruebas para expulsar a un senador?
Una última reflexión que generó debate por estas horas. ¿Cuál es la diferencia entre la situación de Kueider y la de Parrilli? ¿Es más grave lo de Kueider porque lo encontraron con las manos en la masa?
En cualquier caso, la decisión de la expulsión, suspensión (o nada) es una decisión política que no está directamente ligada al avance judicial ni a la presunción de sospecha o inocencia.
El riesgo para el oficialismo es que -en uno u otro escenario- su accionar quede emparentado a la casta a la que supuestamente vienen a combatir.