Se profundizó la interna en la Cancillería que dirige Diana Mondino, al conocerse en las últimas horas, la renuncia del embajador argentino ante las Naciones Unidas (ONU), Ricardo Lagorio.
Renunció el representante ante la ONU, tras la advertencia de la Casa Rosada a los funcionarios que no acaten el nuevo alineamiento internacional en contra del Pacto del Futuro y la decisión de dejar la "neutralidad" en conflictos bélicos.
Se profundizó la interna en la Cancillería que dirige Diana Mondino, al conocerse en las últimas horas, la renuncia del embajador argentino ante las Naciones Unidas (ONU), Ricardo Lagorio.
La renuncia de Lagorio fue confirmada esta semana por fuentes oficiales en medio de duras internas en la Cancillería entre los funcionarios de carrera diplomática que fueron advertidos por el Triángulo de Hierro de Milei, iban a ser removidos si no acataban las decisiones emanadas desde la Casa Rosada: "Hay funcionarios de segundas líneas que no entienden que Milei ganó las elecciones", había dicho a A24.com la semana pasada, un colaborador muy cercano al presidente.
Lagorio renunció el lunes, luego de haber sido dejado de lado en la comitiva que acompañó al presidente en septiembre pasado a la Asamblea General de la ONU en la que Milei anunció que Argentina saldría del Pacto del Futuro, lanzó duras críticas a la ONU y anunció que Argentina dejará de ser "neutral" en los conflictos bélicos.
Lagorio dejará su cargo en los próximos días y volverá en noviembre al país. En su lugar, asumirá el embajador Francisco Tropepi, otro diplomático que secundaba al embajador argentino en Estados Unidos, Gerardo Werthein, quien tiene un claro alineamiento a Javier y Karina Milei.
En el círculo más cercano a Milei dejaron trascender que tienen en la mira nuevos movimientos internos de gabinete, sobre todo en la Cancillería: habrá desplazamiento de funcionarios de segundas líneas y diplomáticos que se oponen y "obstaculizan" la gestión de la ministra Mondino, ratificada por Milei, en medio de rumores de su supuesto alejamiento.
En la misma semana que la vicepresidenta Victoria Villarruel salió a criticar el acuerdo con Gran Bretaña, se conocieron pedidos de renuncia o desplazamientos y traslados de varios funcionarios diplomáticos de carrera que ocupan cargos en lo que se denominan segundas líneas, desde el vicecanciller, para abajo.
En los pasillos de la Casa Rosada, fuentes cercanas a Milei dejaron trascender otros nombres con los que hay malestar por posturas contrarias al vuelco diplomático de Milei. El lunes 4 de octubre se concretó la renuncia del director de Derechos Humanos de la Cancillería, Christian Machuca.
Según anticipó A24.com, a Machuca le pidieron la renuncia por diferencias irreconciliables con el secretario de DDHH y Civilización, Nahuel Sotelo, el nuevo funcionario mileísta identificado como un férreo defensor de la ideología libertaria que niega la existencia del cambio climático, en coincidencia con el primer discurso de Milei ante la ONU.
En esa misma semana, Sotelo lanzó una advertencia a los diplomáticos que se opongan a la nueva política internacional de LLA: "Esta agenda va en contra de la vida, va en contra de la propiedad privada, va en contra de la libertad", dijo, al reproducir una frase Javier Milei sobre el Pacto del Futuro, y la Agenda 2045. Y agregó: "Para que tomen nota los de afuera, pero también los de adentro".
Úrsula Basset, una abogada que responde a Karina Milei, de perfil conservadora, especializada en Derecho de Familia, funciona como “filtro” de temas de género y ambiente en Cancillería. Ambos reportan directamente a la Casa Rosada y son los que virtualmente intervinieron la Cancillería con la orden de salvar a Mondino de los rumores de renuncia.
En el círculo cercano a Milei dejaron entrever que tienen en la mira a otros funcionarios de carrera.