Los argumentos del Ejecutivo
En los considerandos, la Casa Rosada justificó la decisión al señalar que el rechazo de los decretos en el Congreso colocó a la Administración Pública frente a un panorama de “incertidumbre jurídica”, afectando la seguridad y previsibilidad del ordenamiento legal.
“El escenario generaba dificultades en la implementación de políticas públicas, limitaba la actuación y habilitaba interpretaciones contradictorias o discrecionales en desmedro de la previsibilidad que reclama la sociedad en su conjunto”, advirtió el Gobierno.
En ese marco, sostuvo que era “necesario y urgente” restituir la plena vigencia de las disposiciones previas, con el objetivo de garantizar la continuidad operativa de los organismos del Estado.
“Es responsabilidad del Poder Ejecutivo salvaguardar el orden jurídico y garantizar el adecuado funcionamiento de la Administración Pública, máxime en circunstancias que comprometen el ejercicio de funciones de notoria relevancia”, expresa el decreto.
El trasfondo político
Las normas restituidas habían sido parte del paquete de reformas administrativas que Milei impulsó en el marco de las facultades delegadas. Sin embargo, en agosto pasado el Congreso rechazó esas disposiciones, en una de las derrotas políticas más significativas del oficialismo en lo que va de 2025.
Entre las medidas cuestionadas se encontraban modificaciones en la estructura y competencias de Vialidad Nacional, del INTI y del INTA, organismos con fuerte presencia en la obra pública, el desarrollo industrial y el sector agropecuario. El oficialismo había argumentado que los cambios buscaban “optimizar recursos y mejorar la eficiencia”, pero la oposición denunció que en realidad se trataba de un “vaciamiento institucional”.
Tras ese revés legislativo, el Ejecutivo se vio obligado a retroceder. No obstante, en el texto oficial aclaró que la decisión se tomó para “dar certidumbre y estabilidad” respecto al marco jurídico aplicable a dichos organismos, y no como un cambio en su diagnóstico sobre el funcionamiento del Estado.
Con esta medida, el Gobierno retrotrae la situación al escenario previo a los decretos rechazados, aunque no descarta insistir en el futuro con nuevas iniciativas para reformar los organismos. En la práctica, la restitución garantiza que Vialidad Nacional, el INTI y el INTA mantengan su configuración institucional anterior, lo que implica un alivio para los trabajadores y directivos de esas dependencias, que habían expresado preocupación por la falta de claridad jurídica.