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Jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Beneficiarios de pensiones no contributivas (PNC) por invalidez o vejez.
Titulares de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
Madres con siete hijos o más, que cobran la pensión no contributiva especial.
En todos los casos, el requisito central es que los haberes se ubiquen por debajo de la mínima establecida.
El bono proporcional
Quienes superen la jubilación mínima pero cobren menos de $390.277,17, percibirán un bono proporcional, de modo que la suma final alcance ese monto. Con esto, el Gobierno busca garantizar un piso de ingresos a los jubilados más vulnerables, aunque las asociaciones de adultos mayores cuestionan que el bono no se actualice frente a la inflación.
¿Cuánto cobrarán los jubilados en septiembre?
Tras el veto a la ley, las cifras oficiales para septiembre quedaron definidas de la siguiente manera:
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Jubilación mínima: $390.277,17 ($320.277,17 de haber + $70.000 de bono).
PUAM: $326.221,74 ($256.221,74 de haber + $70.000 de bono).
PNC por invalidez o vejez: $294.194,02 ($224.194,02 de haber + $70.000 de bono).
PNC por madre de siete hijos o más: $390.277,17 ($320.277,17 de haber + $70.000 de bono).
Jubilación máxima: $2.155.162,17 (con un leve incremento respecto de agosto, cuando era de $2.114.977,6).
Estos montos muestran que, pese a la incorporación del bono, la mayoría de los beneficiarios sigue recibiendo haberes muy por debajo de la canasta básica de los jubilados, calculada por organizaciones de la tercera edad en más de $700.000 mensuales.
El impacto del veto: debate político y social
El veto presidencial generó un fuerte debate. Por un lado, el Gobierno defendió la decisión argumentando que la actualización planteada en la ley era “fiscalmente inviable” en un contexto de déficit y restricciones presupuestarias. Según la Casa Rosada, aprobar la medida hubiese implicado un incremento inmediato en el gasto público superior a los $1,5 billones anuales.
Por otro lado, sectores opositores y organizaciones de jubilados consideraron que la medida es un golpe directo al bolsillo de los adultos mayores, quienes ya sufren el deterioro del poder adquisitivo frente a la inflación.
Calendario de pagos de ANSES en septiembre
Más allá de la controversia política, los jubilados esperan certezas respecto de sus cobros. La ANSES confirmó el cronograma de pagos para septiembre, que se desarrollará de la siguiente manera:
Jubilados y pensionados que no superen el haber mínimo:
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DNI terminados en 0: lunes 8 de septiembre
DNI terminados en 1: martes 9 de septiembre
DNI terminados en 2: miércoles 10 de septiembre
DNI terminados en 3: jueves 11 de septiembre
DNI terminados en 4: viernes 12 de septiembre
DNI terminados en 5: lunes 15 de septiembre
DNI terminados en 6: martes 16 de septiembre
DNI terminados en 7: miércoles 17 de septiembre
DNI terminados en 8: jueves 18 de septiembre
DNI terminados en 9: viernes 19 de septiembre
Jubilados y pensionados que superen el haber mínimo:
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DNI terminados en 0 y 1: lunes 22 de septiembre
DNI terminados en 2 y 3: martes 23 de septiembre
DNI terminados en 4 y 5: miércoles 24 de septiembre
DNI terminados en 6 y 7: jueves 25 de septiembre
DNI terminados en 8 y 9: viernes 26 de septiembre
Pensiones No Contributivas (PNC):
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DNI terminados en 0 y 1: lunes 8 de septiembre
DNI terminados en 2 y 3: martes 9 de septiembre
DNI terminados en 4 y 5: miércoles 10 de septiembre
DNI terminados en 6 y 7: jueves 11 de septiembre
DNI terminados en 8 y 9: viernes 12 de septiembre
El desafío de los jubilados frente a la inflación
Más allá de los números oficiales, la realidad cotidiana de los jubilados está marcada por la dificultad de sostener gastos básicos en un contexto de inflación persistente. La mayoría debe destinar gran parte de sus ingresos a medicamentos, servicios y alimentos, rubros que no paran de aumentar.
El bono de $70.000, aunque representa un alivio parcial, no logra compensar la pérdida acumulada del poder adquisitivo en los últimos años. Organizaciones de jubilados señalan que este esquema de refuerzos extraordinarios se ha convertido en una estrategia de emergencia para evitar un mayor deterioro, pero no resuelve de fondo la precariedad del sistema previsional.