“¿Qué me estabas diciendo vos?“, pregunta Gladys. El hombre, adormecido por los medicamentes, responde: ”Que te amo. En serio. No son los opioides que me están haciendo hablar y decir la verdad. Pero te juro que no... no tengo nada para darle a nadie, mi amor. No me quedé con nada. Te amo tanto. Me siento bien. Mi esposa hermosa".
“Qué lindo que estás, mi amor. Lo bonito que se te vea acá. Dejá de resistirte a las drogas, dormite”, comenta la cantante entre risas. Y suma otro piropo para su pareja: “Hermoso. Qué lindo que estás. ¿Vos sos Highlander?“.
Ante la consulta, Luciano reflexionó sobre la importancia de seguir peleandola: “Sí, sí, se dice que soy Highlander. Para matarme a mí se necesita o dispararme con bala de plata o una estaca en el corazón o... este... ¿Cómo es la otra? O cortarme la cabeza con una espada, como Highlander. Sean fuertes, no se rindan nunca.“. “¿Dónde vieron que alguien se banque todo esto, como vos, rey”, indicó Gladys mostrando el tratamiento que hacía su novio.
En el posteo, La Bomba Tucumana resaltó la fuerza de su pareja durante todo el procedimiento médico: “Mi amor, mi guerrero, vamos ¡Fuerza, mi amor! Sos un gran luchador, un hombre muy valiente. Lo estás dando todo. Admiro tu gran fortaleza ante todas las cosas que estás pasando. Vamos que Dios nuestro señor no te abandona nunca, mi Chano. Gracias a todos los que hagan oraciones para que vos sigas adelante mi vida".
De qué murió Luciano Ojeda, el novio de Gladys La Bomba Tucumana
Este sábado se confirmó la noticia de la muerte de Luciano Ojeda, novio de Gladys La Bomba Tucumana, a los 38 años. Fue su hermano Matías quien difundió la información mediante un posteo en su cuenta de Instagram.
Desde hacía varios años, el especialista en salud e higiene había sido diagnosticado con cáncer y le extrajeron un riñón. Durante una nota con Carmen Barbieri en mayo del año pasado, la artista contó cómo era acompañar a su pareja en el proceso.
La artista recordó que ya estaba de novia con hombre cuando fue operado por segunda vez debido a la aparición de un tumor de 8 kilos en el abdomen. Cuatro meses después, cuando la anomalía reapareció en su cuerpo, él la llamó para terminar con ella: “El doctor que lo atendía medio que le dijo ‘andá a morirte a tu casa’, una onda así, sin ninguna esperanza. Y él dijo ‘esta chica no se merece nada de lo que estoy viviendo‘”.
Sensibilizada por su propio relato, Gladys detalló cómo logró convencer a Luciano para permitirle estar a su lado en un momento tan decisivo: “No quería que yo lo viera pasando por un quimio. Cuando yo volví él ya se había ido, se había llevado sus cosas. Estuvimos separados cuatro meses. La pasé tan mal, sufrí tanto, le imploré tanto a Dios y a él que me dejara estar a su lado. Que después hiciera lo que quisiera, pero que me dejara acompañarlo”.
Meses antes de ese reportaje, la autora de La pollera amarilla había dado a conocer que su novio tenía cáncer y hasta explicó que él le había pedido distanciarse por este motivo. “Tuvimos una historia de amor como nunca en mi vida. Es la primera vez que amo de verdad a alguien, y tuve la desgracia y él también, de que se enfermara y quisiera atravesar su enfermedad solo. Él está enfermo y no quiere que nadie lo acompañe y yo estoy quebradísima, muerta en vida”, dijo en ese momento.
Entre lágrimas, contó: “Está enfermo de cáncer. Tiene apenas 37 años y es algo totalmente fuerte que nunca me imaginé que podía llegar a pasar. Lo único que me hace bien y me salva es ir a cantar”.
Al poco tiempo, Luciano desistió de esa idea y le agradeció a su novia por todo lo que estaba haciendo por él. “Gracias por insistir, gracias por no bajar los brazos, gracias por acompañar y estar a pesar de las duras, nefastas y catastróficas adversidades que se me presentaron atentando contra la hermosa vida llena de amor sano y sincero que estábamos construyendo juntos”, escribió el hombre acompañando varias imágenes de su tratamiento.
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