El Día del Inmigrante se conmemora cada 4 de septiembre para recordar a quienes llegaron a Argentina durante los siglos XIX y XX, en busca de nuevas oportunidades y trayendo consigo su cultura, trabajo y valores.
La celebración fue establecida oficialmente en 1949 mediante el Decreto N.º 21.430 firmado por el presidente Juan Domingo Perón.
El Día del Inmigrante se conmemora cada 4 de septiembre para recordar a quienes llegaron a Argentina durante los siglos XIX y XX, en busca de nuevas oportunidades y trayendo consigo su cultura, trabajo y valores.
La celebración fue establecida oficialmente en 1949 mediante el Decreto N.º 21.430 firmado por el presidente Juan Domingo Perón, que estableció la necesidad de rendir un “permanente y público homenaje” a los inmigrantes.
La fecha remite a una resolución histórica del Primer Triunvirato de 1812, que ofrecía “inmediata protección” a los extranjeros y sus familias que deseaban establecerse en territorio argentino. Así comenzó una serie de políticas gubernamentales que impulsaron la inmigración y fortalecieron el carácter multicultural del país.
Entre los siglos XIX y XX, Argentina se convirtió en destino principal de inmigrantes europeos, especialmente italianos y españoles. La Constitución Nacional de 1853 reforzó este flujo, prohibiendo limitaciones para ingresar al país y asegurando que “todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino” pudieran hacerlo.
La Ley Nacional de Migraciones de 2003 consolidó este espíritu, reconociendo el derecho humano a migrar y promoviendo la inclusión plena de todas las personas migrantes.
A fines de mayo de este año, el Gobierno oficializó la reforma migratoria en Argentina mediante un decreto que introdujo cambios significativos en el sistema de ingreso y residencia.
Educación: todos los inmigrantes, incluso quienes tienen situación migratoria irregular, tienen derecho a la educación inicial, primaria y secundaria en establecimientos públicos o privados. En educación superior, las universidades públicas pueden cobrar a estudiantes extranjeros sin residencia permanente, garantizan la gratuidad a quienes cuentan con residencia y mantienen la posibilidad de becas según convenios o estatutos vigentes.
Salud: la reforma asegura atención sanitaria en casos de emergencia para todos los inmigrantes y acceso completo al sistema público para residentes permanentes. La atención habitual en hospitales nacionales requiere seguro de salud o pago previo, según lo establezca el Ministerio de Salud.
Seguridad y documentación: los extranjeros deben presentar una declaración jurada al ingresar, detallando los motivos de su entrada. Se reforzó el control sobre la documentación, exigiendo autenticidad y veracidad, y se endurecieron las sanciones por ingreso irregular o presentación de documentos falsos.
Inversión y empleo: se creó la Agencia de Programas de Ciudadanía por Inversión, con el objetivo de atraer capital extranjero, fomentar empleo y contribuir al desarrollo económico del país.