Paso a paso para un budín perfecto
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Preparar el horno y el molde
Precalentar el horno a 180 °C. Enmantecar y enharinar un molde para budín, o forrarlo con papel manteca para facilitar el desmolde.
Batir la manteca y el azúcar
En un bol grande, batir la manteca junto con el azúcar hasta obtener una crema suave y blanquecina. Este paso es importante para incorporar aire a la mezcla, lo que dará una miga más esponjosa.
Agregar los huevos
Incorporar los huevos de a uno, batiendo bien después de cada adición para que la mezcla no se corte y mantenga su consistencia.
Sumar el coco y la esencia
Agregar el coco rallado y la esencia de vainilla, mezclando suavemente para distribuir el sabor.
Integrar la harina y la leche
Alternar la adición de harina leudante y leche, comenzando y terminando con la harina. Mezclar con movimientos envolventes para no perder aire en la preparación.
Hornear
Volcar la mezcla en el molde y llevar al horno por aproximadamente 40-50 minutos, o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio.
Enfriar y servir
Dejar reposar el budín unos minutos antes de desmoldar. Una vez frío, se puede espolvorear con azúcar impalpable o más coco rallado para decorar.
Consejos para un mejor resultado
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Coco más húmedo: si el coco rallado está muy seco, se puede hidratar con un poco de leche tibia antes de incorporarlo a la mezcla.
Versión más aromática: añadir ralladura de limón o naranja potencia el sabor y da un toque fresco.
Congelación: el budín de coco se puede congelar envuelto en film, manteniendo su textura por hasta tres meses.
Este budín de coco casero es la prueba de que no es necesario complicarse para lograr un sabor espectacular. Su combinación de ingredientes simples y su textura suave lo convierten en un infaltable de cualquier recetario familiar. Ya sea para compartir en una merienda especial, como postre o para acompañar un café, es una de esas preparaciones que siempre dejan ganas de repetir.