No soporta más

El llamativo comportamiento del papá de Máximo Thomsen durante el juicio por el asesinato de Fernando Baéz Sosa

Marcial Thomsen, acompañado por su esposa, escucha con atención lo que dice cada testigo. No obstante, en los últimos días se lo vio con una actitud distinta.
Máximo Thomsen y su papá

Máximo Thomsen y su papá, Marcial (Foto: archivo).

En medio del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa a golpes por parte de 8 rubgiers a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, llamó la atención el comportamiento de los familiares de Máximo Thomsen, quizás el principal acusado de haberle dado la última patada mortal a la víctima.

En las audiencias, y desde el comienzo del proceso, los que están presentes en todo momento son sus padres, Marcial Thomsen y Rosalía Zárate, que escuchan con atención lo que dice cada testigo, miran los videos, y al terminar las audiencias ven a su hijo en la alcaldía, donde le llevan comida y agua.

Pero el que no está transitando nada bien lo que pasa dentro de la sala del juzgado es el papá de Máximo. En los últimos días, se lo vio muy nervioso e inquieto.

Aseguran que durante las audiencias, revisa el celular e incluso sale en varias ocasiones de la sala cuando los testigos nombran a su hijo. Lo más llamativo fue que en una de esas oportunidades, al salir del tribunal, dio tres vueltas a la manzana, como para calmarse.

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Ciro Pertossi y Máximo Thomsen, el rugbier al que todos apuntan por el crimen de Fernando (Foto: archivo).

Ciro Pertossi y Máximo Thomsen, el rugbier al que todos apuntan por el crimen de Fernando (Foto: archivo).

Quiénes son y qué papel tienen los padres de Máximo Thomsen, el principal acusado de haber asesinado a Fernando Báez Sosa

Durante el juicio a los 8 rugbiers acusados de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell a la salida del boliche Le Brique, los que están presenten siempre son sus familiares.

Las miradas están puestas en ellos, pero sobre todo en los padres de Máximo Thomsen, el rugbier que le habría dado la patada mortal a Fernando y cuya zapatilla quedó marcada en la cara de la víctima, según los peritos.

Javier Thomsen y Rosalía Zárate son los que más han estado presentes en este proceso: están en todas las audiencias y concurren diariamente al penal para acompañar a su hijo.

“No quiero abrir los ojos. Los chicos están arrepentidos. Estoy enterado de lo que hizo mi hijo”, había dicho Javier en enero de 2020, cuando fue a visitar al joven al penal de Dolores, donde estuvo preso al principio del caso. “Siento una montaña rusa de bronca. Todo el tiempo pienso qué hice mal para que pase esto. Estaban alcoholizados, pero no los justifico”, sumó en aquella instancia.

Ambos padres están muy preocupados por la posibilidad de que reciba prisión perpetua, la pena prevista para el cargo de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” por el que se los juzga a él y al resto de los acusados. En los últimos días, el hombre le habría dicho al diario La Nación que las declaraciones de los amigos de Fernando le “daban esperanzas”, ya que “si ellos que estaban ahí (con la víctima) tuvieron afirmaciones vagas, qué pueden decir otros testigos que no estuvieron”, dijo.

Rosalía, por su parte, renunció al cargo municipal de secretaria de Obras Públicas de Zárate en enero de 2020, al conocerse que su hijo Máximo Thomsen era uno de los imputados del crimen de Fernando.

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Los ocho rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa, durante la novena audiencia del juicio (Foto: Télam).

Los ocho rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa, durante la novena audiencia del juicio (Foto: Télam).

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