La gestión de Tiffany Henyard como alcaldesa de Dolton, una pequeña aldea al sur de Chicago, ha generado preocupación y descontento entre los residentes locales debido a sus extravagantes gastos y cuestionables decisiones financieras.
La corrupción y los gastos extremos de la política son moneda corriente. El caso de las pista de hielo, el millón en horas extras, viajes y fiestas.
La gestión de Tiffany Henyard como alcaldesa de Dolton, una pequeña aldea al sur de Chicago, ha generado preocupación y descontento entre los residentes locales debido a sus extravagantes gastos y cuestionables decisiones financieras.
Desde que asumió el cargo en 2021, Henyard ha llevado las finanzas de la ciudad a un estado crítico, acumulando una deuda de más de 5 millones de dólares. Entre las polémicas inversiones destaca la construcción de una pista de hielo no aprobada en terrenos públicos, con un costo inicial de $115,000, que generó fuertes críticas por parte de la junta municipal.
La alcaldesa, también conocida como la "súper alcaldesa", ha sido objeto de escrutinio por sus gastos exorbitantes, incluyendo fiestas constantes, viajes lujosos a destinos como Atlanta, Austin y la ciudad de Nueva York, donde volaba en primera clase y se hospedaba en hoteles de lujo, costándole a la ciudad más de 67,000 dólares, según registros obtenidos por WGN9.
Otro punto de controversia es el uso de policías locales como su detalle de seguridad personal, generando un gasto de más de un millón de dólares en horas extras. La administradora Brittney Norwood destacó que, a diferencia del alcalde anterior, Henyard no optó por la estrategia de coches de policía señuelo, aumentando así los costos innecesarios.
Además, se reveló que Henyard donó $10,000 a su propia fundación, constituida el mismo día de la votación, destinada a apoyar a pacientes con cáncer. Sin embargo, los críticos señalan que la alcaldesa cargó a la tarjeta de crédito de la ciudad los gastos de una caminata benéfica de 10 días por todo el estado hasta Springfield.
Los fideicomisarios de la ciudad han demandado a Henyard, acusándola de falsificar cheques y retener registros financieros. La alcaldesa respondió acusando a los fideicomisarios de atacarla por su raza, generando un acalorado debate en un reciente ayuntamiento.
Henyard, que también se desempeña como supervisora del municipio de Thornton con un salario combinado de alrededor de $285,000, ha enfrentado críticas adicionales por su historial financiero, incluyendo deudas impagas relacionadas con su antigua hamburguesería, Good Burger.
Los residentes, liderados por la fideicomisaria Kiana Belcher, expresan su creciente preocupación por el descontrol financiero de Henyard y la falta de transparencia en sus acciones. La alcaldesa se ha negado a responder preguntas, intensificando las tensiones entre la comunidad y la administración municipal.
La pequeña aldea de Dolton se encuentra ahora en una situación crítica, con una deuda significativa y un liderazgo que enfrenta serias acusaciones de malversación de fondos y conducta inapropiada. Los residentes esperan respuestas y soluciones rápidas para revertir el rumbo de su comunidad.
