SE BURLARON DE ELLA

La caminadora asesina: le chupó la calza mientras corría y tuvo el peor final

Una joven de 26 años, vivió un embarazoso momento en el gimnasio que la dejó marcada y generó temor hacia las máquinas de ejercicio.
La caminadora asesina: le chupó la calza mientras corría y tuvo el peor final

La caminadora asesina: le chupó la calza mientras corría y tuvo el peor final

En la ciudad de Illinois, Estados Unidos, Alyssa Konkel, una joven de 26 años, vivió un embarazoso momento en el gimnasio que la dejó marcada y generó temor hacia las máquinas de ejercicio. El pasado 24 de mayo, mientras se encontraba en el establecimiento, experimentó una situación inesperada que capturó la atención de las cámaras de seguridad.

Alyssa decidió ejercitarse en una caminadora y, vistiendo una camiseta sin mangas rosa y pantalones de yoga negros, subió a la máquina con el propósito de correr. Sin embargo, su intento de ejercicio se vio truncado cuando tropezó con el cordón desatado de su zapato, desencadenando una serie de eventos desafortunados que la dejaron expuesta ante todos los presentes.

Las imágenes de CCTV revelaron el instante en que Alyssa cayó de rodillas, luchando por mantenerse en equilibrio mientras se aferraba a las manijas de la caminadora. Alerta ante la situación, una mujer cercana se giró para ofrecerle ayuda. Lamentablemente, la máquina continuó en movimiento y atrapó los pantalones de Alyssa, provocando que se deslizaran y revelaran su trasero.

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Consciente de la incómoda situación, Alyssa rápidamente se levantó y se ajustó los pantalones, mientras la mujer que intentó asistirla se alejaba discretamente. Abatida por la vergüenza, Alyssa decidió abandonar de inmediato el gimnasio, manifestando su profunda humillación al ser víctima de tal infortunio. "Estaba corriendo en el gimnasio y me chuparon los pantalones. Me sentí tan avergonzada", expresó.

Para Alyssa, esta experiencia trajo a la memoria otro incidente ocurrido cuando tenía tan solo 10 años, donde se lastimó la barbilla. Desde entonces, ha desarrollado un temor significativo hacia las cintas de correr, debido a sus experiencias dolorosas y embarazosas.

Un miembro del personal del gimnasio recordó haber configurado la caminadora a una velocidad de 10. Alyssa comentó que solo al ver el video de seguridad se dio cuenta de que su tropezón se debió al cordón desatado de su zapato, lo que ocasionó su caída. "Me levanté como una jefa de inmediato para subirme los pantalones porque se me veía el trasero, y ahí es cuando me solté. Me lastimé la cara, el labio, las rodillas y las espinillas quedaron desolladas", agregó.

Afortunadamente, dadas las circunstancias, el gimnasio se encontraba en un momento tranquilo y la mujer que presenció el incidente regresó para asegurarse de que Alyssa estuviera bien, brindándole su apoyo en medio de la incomodidad.

Este incidente ha dejado una huella emocional en Alyssa, quien deberá superar el miedo y la vergüenza asociados a las máquinas de ejercicio. Mientras tanto, este relato sirve como una advertencia para todos aquellos que practican actividad física en lugares públicos, recordándoles la importancia de verificar su vestimenta y asegurarse de que los cordones de sus zapatos estén debidamente atados para evitar accidentes innecesarios.