Netflix roza lo prohibido con esta película de alto voltage de erotismo y pasión.
En su extenso catálogo de series y películas, Netflix se atreve a romper barreras con su nueva apuesta: una cinta erótica que pone a prueba los límites del deseo. La película, titulada Pura pasión, es una adaptación de la novela homónima de la prestigiosa escritora francesa Annie Ernaux, conocida por su mirada incisiva sobre la complejidad de las emociones humanas.
Dirigida por Danielle Arbid, la cinta relata la historia de Hélène, interpretada por Laetitia Dosch, una profesora universitaria y madre soltera que sucumbe a una obsesión ardiente por un diplomático ruso casado, encarnado por el talentoso y polémico Sergei Polunin. A lo largo del filme, la pasión entre ambos personajes se torna en una espiral de deseo y autodestrucción que cruza la delgada línea entre lo real y lo imaginado, un territorio donde el amor no correspondido se convierte en una experiencia visceral y devastadora.
La trama, ambientada en 1991, captura el flechazo instantáneo y carnal entre Hélène y Aleksandr, un enigmático agente de seguridad de la embajada rusa en París. Lo que comienza como una atracción física intensa, pronto se transforma en una obsesión que domina la vida de Hélène, poniendo en peligro su estabilidad emocional y profesional.
A través de una narrativa seductora, Arbid ofrece una reflexión sobre el deseo femenino, alejándose de los estereotipos románticos clásicos para presentar una visión cruda y honesta de la pasión. Laetitia Dosch brilla en su papel, mostrando a una mujer moderna e inteligente que, cegada por el delirio amoroso, se encuentra atrapada en una relación que la consume por completo.