"Murió por una selfie": el trágico final de Leticia Lembi de 33 años y el espeluznante detalle de la investigación que dejó a todos helados
Selfie fatal: Leticia Lembi cayó 25 metros y murió al instante, la investigación reveló un detalle escalofriante. Enterate.
Mar del Plata quedó paralizada por una tragedia tan absurda como estremecedora. Leticia Lembi, periodista de apenas 33 años, perdió la vida este miércoles luego de caer desde un acantilado de 25 metros en las peligrosas y ya denunciadas Barrancas de Los Lobos. Todo ocurrió en cuestión de segundos… y por una foto.
Según relataron testigos, Leticia estaba disfrutando de la tarde con familiares y amigos cuando decidió sacarse una selfie desde una escalera de hormigón totalmente destruida, sin barandas, sin mantenimiento y con denuncias previas por riesgo. Un paso en falso, un crujido en el cemento, un desequilibrio. Y el final que nadie puede asimilar.
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Lembi había viajado a Mar del Plata para participar de una jornada laboral. El día de su muerte había visitado una bodega Trapiche de Chapadmalal junto a sus compañeros y a su primo, quien era el CEO de la empresa, y terminaron el recorrido en la zona de Barranca de los Lobos.
La escalera donde ocurrió la tragedia había sido señalada una y otra vez por vecinos y turistas: escalones rotos, bordes sin protección, desniveles y cero señalización. Aun así, sigue siendo un punto elegido por quienes buscan “la foto perfecta” del acantilado.
Esta vez, la postal costó una vida. Bomberos, SAME y Policía llegaron al lugar de inmediato, pero nada pudieron hacer. La joven periodista murió en el acto. La causa fue caratulada como muerte accidental, aunque las críticas por la negligencia en la zona no tardaron en estallar.
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Leticia había nacido en Tres Arroyos y tenía una carrera brillante por delante. Graduada en Periodismo y Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata, trabajó en La Voz del Pueblo y luego se especializó en comunicación digital.
Amaba viajar, documentar cada lugar que visitaba y compartir su vida con su perra salchicha, protagonista constante de sus redes. Su Instagram mostraba lo que era: una joven inquieta, creativa y apasionada.
Vecinos exigieron nuevamente barandas, señalética, cercos y controles en un lugar donde ya se habían advertido caídas y desprendimientos. “Era cuestión de tiempo”, dijeron varios residentes, con una mezcla de bronca e impotencia.