Ya sea cubiertas de azúcar glas, bañadas en chocolate derretido o simplemente disfrutadas tal cual, las rosquitas caseras son un auténtico placer para los sentidos y una deliciosa muestra del amor y la tradición que se encuentra en la cocina casera. En esta receta, te invitamos a descubrir cómo crear estas pequeñas obras maestras en tu propia cocina y revivir el encanto de las rosquitas caseras hechas con cariño.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de trigo
- 1/2 taza de azúcar
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- Una pizca de sal
- 2 huevos
- 1/4 de taza de leche tibia
- 2 cucharadas de mantequilla derretida
- Aceite para freír
- Azúcar glas (opcional, para decorar)
- Chocolate derretido (opcional, para sumergir)
Instrucciones:
-
En un bol grande, combina la harina de trigo, el azúcar, el polvo de hornear y la pizca de sal. Mezcla estos ingredientes secos hasta que estén bien incorporados.
En otro bol, bate los huevos y luego agrega la leche tibia y la mantequilla derretida. Mezcla bien.
Vierte la mezcla líquida en los ingredientes secos y mezcla todo hasta obtener una masa homogénea. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes agregar un poco más de harina, una cucharada a la vez, hasta que sea manejable.
En una superficie enharinada, estira la masa hasta que tenga aproximadamente 1/2 pulgada (1,25 cm) de grosor. Luego, con un cortador de rosquillas o simplemente un vaso y un cortador más pequeño para el agujero en el centro, corta las rosquitas y colócalas en una bandeja enharinada.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente (alrededor de 350°F o 175°C), comienza a freír las rosquitas. Fríelas por aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas.
Saca las rosquitas fritas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Si lo deseas, puedes espolvorearlas con azúcar glas mientras aún estén calientes o sumergirlas en chocolate derretido para un toque extra de sabor.
Deja que las rosquitas caseras se enfríen un poco antes de disfrutarlas. ¡Son deliciosas tanto calientes como a temperatura ambiente!
¡Disfruta de tus rosquitas caseras recién hechas!