¿Quién mató a Nora Dalmasso?: la serie de Netflix que apunta a un nuevo sospechoso
Pero la docuserie aporta un nuevo elemento: Roberto Bárzola, un trabajador que en 2006 realizaba tareas de mantenimiento en la casa de los Dalmasso. El ADN hallado en el cinturón que se usó para matar a Nora coincidió con el suyo. Hoy, Bárzola enfrenta una imputación por abuso sexual seguido de muerte y debe informar a la Justicia cualquier cambio de domicilio o viaje. Mientras tanto, su defensa pidió el cierre del caso por prescripción.
La familia de Nora, en cambio, reclama que el proceso avance hacia un juicio oral. En los últimos minutos del documental, las voces de Facundo, Marcelo y Valentina resuenan con un pedido claro: saber quién fue el autor del crimen. “La mataron mil veces”, reflexiona Facundo, en referencia al daño mediático y judicial. “Pero lo único que puede reparar el tiempo es la Justicia”, concluye Marcelo.
Valentina, la hija menor, también le dedicó un mensaje a su madre: “Este no es el final. Es el comienzo de una nueva etapa en la búsqueda de la verdad”.
La serie que busca rescatar la memoria
“Las mil muertes de Nora Dalmasso” es una miniserie de tres episodios de cerca de una hora de duración cada uno. A diferencia de otras producciones del género true crime, esta apuesta de Netflix evita las dramatizaciones y el uso de la voz en off, optando en cambio por una narrativa coral que combina testimonios directos, material de archivo y una cronología que ayuda al espectador a comprender la complejidad del caso.
Entre los entrevistados se destacan los miembros de la familia Dalmasso-Macarrón, que por primera vez accedieron a hablar frente a las cámaras: Marcelo Macarrón y sus hijos Facundo y Valentina. Sus palabras no solo sirven para aportar detalles del expediente, sino que también permiten asomarse al dolor y al sufrimiento que provocaron casi 20 años de exposición pública y especulación.
La serie incluye, además, las voces de periodistas como Denise Audrito, Pablo Ferrari, Liliana Caruso y Hernán Vaca Narvaja, quienes siguieron el caso desde el inicio; y de expertos forenses y jurídicos como el bioquímico Daniel Zabala, el genetista Juan Carlos Jaime, el abogado Gustavo Liebau y el fiscal Julio Rivero.