RECETA

Receta de hummus de cebolla casero: el dip cremoso que no sabías que necesitabas

Una variante rápida, económica y sin complicaciones del tradicional hummus, ideal para acompañar tostadas, bastones de vegetales o sandwiches. Se prepara con ingredientes básicos y se conserva varios días en la heladera.

Receta de hummus de cebolla casero: el dip cremoso que no sabías que necesitabas

El hummus se convirtió hace tiempo en uno de los dips más populares del mundo. Originario de Medio Oriente, su preparación tradicional combina puré de garbanzos, pasta de sésamo (tahini), limón, ajo y aceite de oliva. Pero como toda receta clásica, las versiones alternativas no tardaron en aparecer. Entre ellas, hay una que viene ganando protagonismo en redes sociales y cocinas caseras por su sabor intenso y su textura extra cremosa: el hummus de cebolla.

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No se trata de sustituir completamente los ingredientes originales, sino de potenciar el hummus clásico incorporando cebolla cocida o caramelizada. Lo interesante de esta variante es que puede adaptarse al gusto de cada uno. Algunos prefieren asarla al horno, otros saltearla lentamente en sartén con un poco de aceite hasta que quede dorada. No es necesario añadir azúcar: la cebolla, al cocinarse, libera sus propios azúcares naturales y obtiene un sabor dulce sutil que equilibra perfectamente el toque ácido del limón y la intensidad del ajo.

Qué se necesita para preparar hummus de cebolla

  • 1 lata de garbanzos cocidos (aprox. 400 g) o su equivalente en garbanzos remojados y hervidos

  • 1 cebolla grande

  • 2 a 3 cucharadas de tahini (pasta de sésamo)

  • 1 diente de ajo

  • Jugo de medio limón (ajustable al gusto)

  • 2 a 3 cucharadas de aceite de oliva

  • Sal y pimienta a gusto

  • Agua o líquido de cocción de los garbanzos (para ajustar la consistencia)

Paso a paso

  • Cocinar la cebolla: Cortarla en rodajas finas y llevarla a una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cocinar a fuego medio-bajo durante 10 a 15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté bien blanda y ligeramente dorada. Para un sabor más intenso, se puede prolongar la cocción hasta que caramelice por completo.

  • Procesar los garbanzos: Colocarlos en una licuadora o procesadora junto con el tahini, el ajo y el jugo de limón. Licuar unos segundos para integrar.

  • Sumar la cebolla cocida: Añadir la cebolla tibia junto con el aceite de oliva. Volver a procesar.

  • Ajustar la textura: Agregar de a poco agua o líquido de cocción de los garbanzos hasta lograr una crema suave y homogénea.

  • Condimentar: Probar y ajustar sal, pimienta o limón según el gusto personal.

Cómo se sirve el hummus de cebolla

El hummus de cebolla combina especialmente bien con pan árabe tostado, galletas de semillas, bastones de zanahoria o apio, y también como reemplazo de la mayonesa en sándwiches o wraps. Si se guarda en un frasco bien cerrado, puede conservarse en la heladera entre tres y cuatro días.

Esta receta no solo aporta proteínas vegetales y fibra —gracias a los garbanzos— sino que además ofrece un sabor más complejo que el hummus clásico, ideal para quienes buscan variar sin complicarse en la cocina. Una idea sencilla para sorprender en una picada o sumar a una comida rápida sin caer en lo de siempre.

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