Descubre la receta más sencilla y cremosa de tarta de ricota, sin necesidad de amasar. Aprovecha esta oportunidad para aprender a preparar esta deliciosa joya de la gastronomía argentina.
Descubre la receta más sencilla y cremosa de tarta de ricota, sin necesidad de amasar. Aprovecha esta oportunidad para aprender a preparar esta deliciosa joya de la gastronomía argentina.
La tarta de ricota es un tesoro de la pastelería nacional que todos amamos. En esos momentos especiales del día, ya sea acompañada de mate, café o tu infusión favorita, esta exquisitez se convierte en la estrella. Y lo mejor de todo, es que hacer una tarta de ricota es más fácil de lo que imaginas.
En este artículo, te presentamos una receta de tarta de ricota que es simple, rápida y, lo más importante, no requiere amasar.
En un bol grande, tamiza la harina y el polvo de hornear. Agrega la manteca cortada en cubos pequeños.
Con las yemas de los dedos, desmenuza la manteca y la harina hasta obtener una textura arenosa y formar migajas.
Añade el azúcar y la ralladura de limón a la mezcla de manteca y harina, y revuelve bien.
En otro recipiente pequeño, bate el huevo y agrégalo a la mezcla de manteca y harina.
Mezcla con los dedos hasta que la masa se una en una bola, sin amasar en exceso.
Envuelve la masa en papel film y refrigérala durante al menos 30 minutos.
Mientras tanto, precalienta el horno a 180°C y en un bol grande, combina la ricota, la crema de leche, el queso crema, los huevos enteros, la fécula de maíz y el azúcar impalpable. Utiliza una licuadora o un mixer para asegurarte de que la mezcla del relleno esté suave y sin grumos. Refrigera durante 10-15 minutos.
Coloca parte de la masa granulada en un molde y forma la base. Hornea durante 10 minutos a fuego moderado.
Retira la base de la tarta del horno, vierte la crema de ricota en su totalidad y espolvorea el resto de la masa granulada.
Vuelve a colocar la tarta en el horno y hornéala durante 40-50 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y el relleno esté firme al tacto.
Una vez lista, retira la tarta del horno y deja que se enfríe antes de desmoldarla.
Antes de servirla, espolvorea azúcar impalpable por encima para darle un toque final delicioso.
Ahora tienes en tus manos una receta de tarta de ricota fácil de hacer, sin necesidad de amasar, para disfrutar en cualquier ocasión. ¡Buen provecho!