El descargo del curso del joven que se disfrazó de “mujer violada”
Ante la repercusión, algunos integrantes del curso del joven involucrado difundieron un comunicado público en el que pidieron disculpas y aseguraron comprender la magnitud de lo ocurrido.
“Somos conscientes de la gravedad de lo sucedido”, indicaron y agregaron: "el episodio no representa los valores enseñados en la institución". “Un error del cual debemos aprender”, cerraron.
Sin embargo, el mensaje no alcanzó para contener las críticas. Diversos usuarios cuestionaron la falta de medidas disciplinarias concretas y el hecho de que el pedido de disculpas se limitara a una publicación en redes.
Otro grupo de estudiantes se desmarcó del hecho
Compañeros de otra división del mismo colegio también emitieron un segundo comunicado, en el que expresaron su repudio de manera contundente y marcaron distancia del episodio. “Nos sentimos totalmente conmocionados por la violencia de las imágenes”, señalaron.
“Esto no es una ‘cosa de adolescentes’. La mayor parte de nosotros somos mayores de edad. Esto forma parte de una manera de mirar el mundo, de naturalizar las violencias contra nuestros cuerpos, de creer que algunos pocos tienen licencia para reírse de cualquier cosa”, remarcaron.
Además, criticaron el tono del primer comunicado y aseguraron que resultó “insuficiente” y con intención de deslindar responsabilidades.
“Estamos siendo presos de ataques por redes sociales y muchos no fuimos parte de eso. La promo 25 no son un grupo de estudiantes irresponsables que dejaron nuevamente a nuestra escuela expuesta”, agregaron.
Indignación y pedido de sanciones
El episodio encendió el debate sobre la falta de perspectiva de género en las escuelas y el rol de los adultos responsables en este tipo de viajes. En redes, numerosos usuarios exigieron que el colegio intervenga con sanciones ejemplares y con medidas de concientización.
Diversas organizaciones feministas de Córdoba también manifestaron su rechazo y señalaron la necesidad de que las instituciones educativas incorporen formación en ESI (Educación Sexual Integral) con perspectiva de derechos y género.
“Es inadmisible que un joven piense que disfrazarse de ‘mujer violada’ puede ser gracioso o parte de una broma. Es la consecuencia directa de la falta de educación en igualdad y empatía”, expresó una militante del movimiento Ni Una Menos.