INVESTIGACIÓN JUDICIAL

Explosión en la escuela de Palermo: la Justicia busca determinar si hubo responsabilidad de los docentes

El incidente ocurrió durante una feria de ciencias en el colegio Guadalupe, cuando un alumno arrojó alcohol sobre un mechero encendido. El fiscal Miguel Ángel Kessler analiza posibles negligencias en la supervisión del experimento.

Explosión en la escuela de Palermo: la Justicia busca determinar si hubo responsabilidad de los docentes

Una fuerte explosión durante una feria de ciencias en el colegio Guadalupe, en el barrio porteño de Palermo, dejó a cuatro estudiantes heridos y desató una investigación judicial para determinar responsabilidades. Según las pericias iniciales, el incidente ocurrió cuando un alumno de 16 años arrojó alcohol sobre un mechero que se estaba apagando, lo que provocó una llamarada que alcanzó a otros tres compañeros.

El informe preliminar elaborado por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°5, a cargo de Miguel Ángel Kessler, indicó que el joven sufrió quemaduras graves en el abdomen, el tronco, el cuello y el rostro. Permanece internado en terapia intensiva en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez con el 35% de su cuerpo afectado. Otro de los adolescentes, con quemaduras en el tronco, rostro y espalda, fue dado de alta tras pasar varias horas en terapia intermedia del Hospital del Quemado.

GRAVE ACCIDENTE EN UN COLEGIO DE PALERMO: DOS ALUMNOS SIGUEN INTERNADOS CON QUEMADURAS
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Las llamas alcanzaron además a tres estudiantes más, dos de 13 años y una de 18, durante el experimento que recreaba un “volcán artificial”, realizado con fuego y alcohol etílico. De acuerdo con el testimonio de un alumno llamado Federico, la explosión fue súbita: “La mesa explotó y el chico se prendió fuego de pies a cabeza. Estamos todos muy conmocionados, estaba al lado mío y fue tremendo”.

La rápida intervención de algunos docentes fue clave en los primeros minutos. “Un profesor se fue corriendo a buscar un guardapolvo porque el alcohol no se apaga con agua. Le tiraron guardapolvos encima y otro profesor se le tiró encima para apagarlo, un capo”, relató el estudiante.

En medio del caos, otros adultos fueron criticados por su reacción. “Nuestro profesor se escondió, es un pelotudo”, denunció el joven, y añadió que en el aula “no había ninguna precaución” ni extintores a la vista.

El fiscal Kessler ordenó a la comisaría 14B tomar declaraciones a los docentes, padres y testigos para establecer cuántos adultos estaban presentes y qué medidas de seguridad se habían dispuesto. También pidió información sobre los experimentos realizados para determinar si implicaban algún riesgo adicional.

La investigación apunta a establecer la posible responsabilidad de los adultos a cargo, por permitir la manipulación de materiales inflamables por parte de menores. Desde la fiscalía evalúan la posibilidad de imputar lesiones culposas por omisión del deber de cuidado en caso de confirmarse negligencia o falta de supervisión adecuada.

Entre los testimonios de los familiares, la médica Mariana Laura Cornejo, madre de una alumna, expresó su indignación: “Los padres no teníamos conocimiento de que se realizaría el experimento y remarcó que “se hizo el experimento del volcán, que terminó explotando, parece increíble, pero nuevamente la misma historia: el tema del volcán con mala instrumentación y, habiendo tenido esto hace tan poco, no era necesario hacerlo”.

Dos alumnos continúan internados

Tras el hecho sucedió ayer y, según los primeros reportes médicos, dos alumnos continúan internados en estado delicado. Uno de ellos, Agustín, de 13 años, permanece en el Hospital de Quemados con quemaduras que afectan cerca del 20% de su cuerpo, principalmente en la zona del tórax. Los médicos explicaron que "el calor sigue presente y puede seguir dañando tejidos internos", por lo que su evolución es monitoreada cada 48 horas.

El otro joven afectado es Lucas Castillo, alumno de cuarto año y de 16 años, quien se encuentra internado en el Hospital Gutiérrez. Su cuadro es más grave: tiene el 30% del cuerpo quemado y las vías respiratorias comprometidas. Está intubado y bajo coma inducido para soportar el dolor intenso durante las curaciones quirúrgicas periódicas.

Otros tres estudiantes afectados fueron dados de alta tras recibir atención por quemaduras leves en manos. Las autoridades sanitarias informan sobre la evolución médica cada doce horas a través del Ministerio de Salud porteño. La comunidad educativa espera esclarecer las causas exactas del accidente mientras acompaña a los jóvenes heridos.