El coronavirus ha hecho estragos en la economía argentina y sigue siendo una pesadilla para las PyMes. Pero hay emprendedores que desafían a la pandemia y buscan nuevos horizontes.
El coronavirus ha hecho estragos en la economía argentina y sigue siendo una pesadilla para las PyMes. Pero hay emprendedores que desafían a la pandemia y buscan nuevos horizontes.
Es el caso de la joven emprendedora Debora Spirito y su marca de trajes de baño, Kalopsia. La mujer de 28 años estudió Diseño de Indumentaria en la UBA y fue azotada por la crisis pandémica. Pero persiguió sus logros y creció en poco tiempo como empresaria: comenzó trabajando en una reconocida marca mayorista de Flores, luego fue diseñadora de Producto Terminado, fue convocada por la UBA para ser ayudante de cátedra y hoy tiene su propio emprendimiento. Además, trabaja como jefa de producto para otra marca.
"En 2016 arranqué como hobby con mi marca y sentía las ganas de ser independiente", comentó. El año pasado, Debora sufrió el sorpresivo fallecimiento de su padre y eso la hizo frenar con la producción, pero más allá del dolor, quiere ver la parte positiva e intentar llegar a los Estados Unidos y Europa.
"Tuve que hacerme cargo de muchas cosas, no fue un duelo convencional, aunque uno nunca espera que llegue ese momento, lo de mi papá fue repentino. Ver perder a la persona que más amas en este mundo y no poder hacer nada, fue lo más triste que me podría pasar. La pandemia hizo que mis desafíos sean más grandes y llegar a expandir mi marca por el mundo", relató.
Esta es una de las tantas historias de emprendedores argentinos que, pese a la llegada del coronavirus, buscan seguir insertados en el mercado y creciendo laboralmente.