El conflicto entre el gremio de los controladores aéreos y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) volvió a escalar y podría impactar de forma directa en el movimiento aerocomercial durante uno de los períodos de mayor demanda del año.
Desde el gremio de controladores aéreos, ATEPSA, confirmó un nuevo paro en medio del conflicto con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA)
El conflicto entre el gremio de los controladores aéreos y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) volvió a escalar y podría impactar de forma directa en el movimiento aerocomercial durante uno de los períodos de mayor demanda del año.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó que retomará las medidas de fuerza el miércoles 17 de diciembre, con afectación progresiva de los vuelos nacionales y, eventualmente, de los internacionales.
La advertencia, formalizada a través de un comunicado, encendió señales de alerta tanto en el Gobierno como en las aerolíneas, que anticipan un escenario complejo en plena previa de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo, cuando se registra uno de los picos tradicionales de operaciones aéreas en todo el país.
Sin embargo, desde el sindicato remarcaron que la decisión responde a “la ausencia de diálogo” y al “incumplimiento de los acuerdos firmados” por parte de las autoridades de EANA.
El reclamo de ATEPSA se originó hace más de tres meses, luego de la firma de las paritarias del sector. Según el gremio, los compromisos asumidos en aquella negociación no fueron cumplidos por la empresa estatal. En concreto, denuncian demoras en la aplicación de cláusulas vinculadas a la carrera profesional, las condiciones de servicio y la actualización de funciones de los trabajadores de control aéreo.
La tensión se profundizó durante noviembre, cuando el sindicato decidió aplicar un plan de lucha que afectó únicamente a la aviación de carga y se concentró en turnos nocturnos. Aquella primera etapa tuvo un impacto directo en la logística de productos agrícolas, industriales y farmacéuticos que dependen de los vuelos cargueros en los principales aeropuertos del país.
En agosto, el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria, lo que permitió suspender transitoriamente las protestas y retomar las conversaciones. Sin embargo, ATEPSA asegura que la falta de avances concretos obligó a reactivar las medidas en noviembre y, ahora, a profundizarlas.
“Instamos a EANA a dar respuestas a las y los trabajadores y advertimos que, si no logramos el diálogo, nos veremos obligados a incrementar las medidas legítimas de acción sindical”, sostuvo la conducción del gremio.
Con la suspensión parcial del plan de lucha ya agotada, ATEPSA confirmó que volverá a restringir tareas esenciales para el funcionamiento del sistema aeronáutico. Entre ellas:
Estas funciones son indispensables para la operación segura de los aeropuertos, por lo que la afectación de los vuelos será inevitable. Aunque el sindicato no detalló los horarios en los que se realizarán las protestas, adelantó que se aplicará un esquema progresivo, comenzando por los vuelos nacionales y avanzando luego hacia los internacionales si el conflicto persiste.
La advertencia encendió preocupación en todo el sector aerocomercial, dado que la fecha elegida —17 de diciembre— coincide con el inicio del movimiento masivo de pasajeros que viajan por las Fiestas y las vacaciones de verano.
A diferencia de las protestas de noviembre, que solo impactaron en la aviación carguera, este nuevo capítulo podría afectar a miles de pasajeros que se movilizan por destinos turísticos dentro y fuera del país.
Mientras ATEPSA denuncia incumplimientos y falta de diálogo, desde la Empresa Argentina de Navegación Aérea aseguran que el convenio paritario firmado meses atrás se encuentra vigente hasta diciembre y que no existen atrasos salariales. De todos modos, no se refirieron en detalle a los planteos vinculados a la carrera profesional o a las condiciones laborales mencionadas por el gremio.
El organismo estatal subraya que mantiene una mesa de trabajo abierta, aunque evita confrontar públicamente con el sindicato. Sin embargo, puertas adentro se sigue con preocupación el anuncio de nuevas protestas, debido al efecto dominó que pueden generar en la planificación operativa de los aeropuertos del país.
El endurecimiento de las medidas de fuerza llega en un momento crítico para el movimiento aéreo. A partir de la segunda quincena de diciembre, las aerolíneas refuerzan sus cronogramas para responder a una demanda que crece de forma sostenida año tras año.
Cada cancelación o demora genera un efecto en cadena que complica la programación de vuelos, el traslado de pasajeros y la disponibilidad de aeronaves. Por eso, la falta de una solución negociada antes del 17 de diciembre podría configurar uno de los conflictos aeronáuticos más sensibles de los últimos años.