“Es como si alguien combinara Machu Picchu con las Cataratas del Iguazú. Son lugares hermosos, pero nada tienen que ver entre sí”, ironizó Góngora Meza en diálogo con la BBC.
Al notar que los visitantes caminaban desorientados, el guía se acercó y comprobó que seguían las instrucciones de una herramienta de inteligencia artificial, que describía un supuesto mirador con templos incas y cascadas de color esmeralda.
“No existía nada de eso. Solo un camino rural sin señalización ni refugios. Si no los encontraba, podían haber pasado la noche perdidos a gran altura, con frío y sin oxígeno suficiente”, señaló.
Inteligencia artificial y turismo: una combinación riesgosa
El caso despertó preocupación entre los profesionales del turismo en Perú, que advierten sobre la creciente confianza de los viajeros en contenidos generados por IA sin verificación humana.
“Este tipo de desinformación es peligrosa en Perú”, insistió el guía. “La altura, el clima y la accesibilidad de los caminos requieren planificación. Si usás un programa como ChatGPT, que combina fotos y nombres para crear una fantasía, podés terminar a 4.000 metros sin oxígeno ni señal”.
Góngora Meza explicó que este no fue un episodio aislado: en los últimos meses, varios turistas llegaron con itinerarios “imposibles”, creados a partir de textos o imágenes virales en redes sociales, sin verificar la existencia real de los destinos.
Cañon del Colca
Cañón del Colca, ubicado a cientos de kilómetros de distancia, en Arequipa.
Falsas rutas y “paraísos inventados”
En distintas regiones de los Andes se detectaron también referencias a lugares como “El Mirador de los Dioses” o “Las Cascadas de Salkantay Dorado”, ninguno de los cuales existe. En muchos casos, las descripciones provienen de sitios o aplicaciones que utilizan inteligencia artificial para combinar paisajes reales y generar nombres atractivos con fines promocionales.
Las autoridades locales del Cusco recordaron que toda excursión a zonas de alta montaña debe realizarse con un guía habilitado, especialmente en rutas que superan los 3.500 metros de altura. Además, advirtieron que las condiciones meteorológicas cambian de forma drástica y que los caminos suelen ser estrechos, con riesgo de deslizamientos.
“La naturaleza de los Andes no perdona errores. Un paso en falso o una mala planificación pueden tener consecuencias graves”, señaló un vocero del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú.