La marcha se desarrolla en medio de un fuerte operativo de seguridad dispuesto por las autoridades municipales, que incluye vallas, tropas de la Unidad Táctica de Operaciones inmediatas y efectivos de la Policía local.
En medio de los reclamos, los asistentes hicieron un minuto de silencio para recordar a sus familiares fallecidos.
El lunes pasado, en Ramos Mejía, se realizó otra protesta por el crimen del kiosquero, que fue reprimida por la policía con gases lacrimógenos y balas de goma. También hubo corridas y empujones. Al menos un policía resultó herido y un camarógrafo de TV sufrió un corte en la cabeza.
El crimen del kiosquero
El asesinato ocurrió alrededor de las 14 del domingo cuando un hombre ingresó a un kiosco ubicado en Avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de la citada localidad del partido de La Matanza, y asesinó a su dueño a tiros.
La víctima fue identificada como Roberto Sabo, de 45 años y murió casi en el acto por seis orificios de bala.
Según las fuentes, un testigo fue quien alertó a la Policía cuando el asesino salió del local y se fugó en un Ford Focus color negro, que había sido robado minutos antes y a mano armada a un remisero que se encontraba por la zona.
En medio de la huida, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear, tras lo cual, ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.
Efectivos de la comisaría 2da. de Ramos Mejía, de la Subestación Oeste de La Matanza, fueron alertados minutos después que los mismos sospechosos le robaron la moto a un delivery, por lo que rápidamente iniciaron un operativo cerrojo que finalizó con la detención de la pareja en Avenida de Mayo y Rivadavia.
El crimen despertó una oleada de críticas al Gobierno por la "falta de seguridad" en la provincia de Buenos Aires, uno de los temas clave que se discuten en la antesala de las elecciones del domingo 14 de noviembre.