Una luchadora incansable

De no poder comunicarse a ser una líder mundial: la mujer que se inventó a sí misma y marcó una época

A Helen Keller una enfermedad le provocó distintas dificultades. Tenía apenas 19 meses. Ella pudo superarse y aprender a pesar de perder la visión, la escucha y el habla. Nada le impidió escribir 14 libros y ser una de las activistas más célebres de la historia.
“Ya no soy muda”

“Ya no soy muda”, llegó a decir Helen cuando tenía diez años. 

La vida de Helen Keller es la de alguien que siempre supo inventarse a sí misma. Una persona que, a pesar de quedar sorda y ciega con apenas 19 meses, jamás detuvo su alma inquieta: aprendió a leer, escribir y también hablar. La historia de una mujer que luchó por los derechos de las personas con discapacidad y viajó alrededor del mundo pregonando con su ejemplo.

Helen estuvo estimulada desde muy chica y eso hizo que fuera reconocida por importantes personalidades como el escritor Mark Twain, el científico Alexander Graham Bell y el humorista Charles Chaplin. Gran parte de su progreso fue gracias a su maestra Anne Sullivan, la persona que durante años se dedicó a enseñarle a Helen no solo a comunicarse, sino también sobre historia, literatura, biología y otras materias.

Helen Keller 1.jpg
Nadie esperaba que Helen pudiese llevar su vida de esa manera.

Nadie esperaba que Helen pudiese llevar su vida de esa manera.

¿Quién fue Helen Keller?

Nació en un pueblo llamado Tuscumbia, en el estado de Alabama, en Estados Unidos. Hija de Arthur Keller y Kate Adams. Helen descubrió el mundo utilizando sus otros sentidos. Por ejemplo, con las cosas que estaban a su alrededor, ella todo lo tocaba y todo lo olía. Y también sentía las manos de otras personas para percibir lo que estaban haciendo. Para sorpresa de muchos, ella imitaba sus movimientos a la perfección.

Helen Keller 8.jpg
Helen aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos.

Helen aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos.

Sin embargo, no siempre lo tuvo todo tan claro. Cuando al principio le costó expresarse, se convirtió en una persona un tanto revoltosa y agresiva. Una situación que hizo actuar a su familia. Por eso, antes de cumplir siete años, la familia contrató a una tutora privada llamada Anne Sullivan, que tuvo un papel preponderante en la vida de Helen.

Embed

Anne Sullivan, su mentora

Anne Sullivan venía de un ambiente muy pobre y había perdido la visión cuando tenía cinco años. Además, fue abandonada en una casa de escasos recursos. Tuvo la suerte de haber encontrado un lugar donde fue bien recibida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston. Después de varios años, y tras dos operaciones, pudo recuperar la visión. Se graduó obteniendo el título de honor. El director de la escuela lo tuvo claro que Anne Sullivan era la persona correcta para educar a Helen Keller.

Helen Keller 3.jpg
Con Anne Sullivan, que tuvo un papel preponderante en la vida de Helen.

Con Anne Sullivan, que tuvo un papel preponderante en la vida de Helen.

El primer paso de Anne fue comunicarse con ella con mucha paciencia. Una vez logrado eso, era enseñarle el alfabeto manual. Anne la ponía en contacto con los objetos y también le deletreaba en la mano todas las palabras. Así comenzó a animarse y cada cosa que encontraba la agarraba y preguntaba a Anne cómo se llamaba.

Anne fue preparando a su alumna con nuevas palabras e ideas que necesitaría para enseñarle a hablar. Como resultado de todo este trabajo, Helen aprendió a leer y escribir en Braille. También aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos. Todo lo hacía sintiendo el movimiento y las vibraciones.

Helen Keller 10.jpg
Helen apoyaba sus manos y era su manera de sentir el movimiento y sus vibraciones.

Helen apoyaba sus manos y era su manera de sentir el movimiento y sus vibraciones.

Anne la ayudó en varias instituciones trabajando con otros materiales y textos, enseñándole distintas lecciones y actuando como su intérprete. Ella interpretaba en las manos de Helen lo que los profesores decían en clase, y transcribía en los libros utilizando el sistema Braille. Helen, con tan solo siete años, inventó 60 signos diferentes que le servían para comunicarse con su familia.

Anne falleció en 1936 y eso le trajo una grave pérdida a Helen que nunca se había imaginado un mundo sin ella. Una vez llegó a decir: “Ofrezco una súplica temblorosa al Señor porque si ella se va, voy a quedar realmente ciega y sorda”.

Su poder de concentración y cómo llega a convertirse en una celebridad

Llegó a graduarse con título de honor de la Radcliffe College en 1904. Dicen que tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y muy buenos recursos personales para mejorar. Mientras estaba en aquella escuela escribió “La Historia de Mi Vida”. Ese libro tuvo mucho éxito y gracias a el ganó suficiente dinero para comprarse su propia casa.

La ceguera era una problemática bastante común en esa época y Helen lo sabía. Ella, de gran espíritu solidario, colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos. El objetivo era ofrecer servicios a otras personas en su misma situación. Y con sus acciones, tuvo un papel preponderante en la historia. Hubo una época en la que todos querían una foto con ella. Llegó a convertirse en una celebridad y llegó a ser invitada por muchos países. Hasta recibió títulos de Honor de diferentes universidades extranjeras.

Helen Keller 7.jpg
Una moneda recuerda a Helen Keller en Alabama, Estados Unidos.

Una moneda recuerda a Helen Keller en Alabama, Estados Unidos.

En octubre de 1961, Helen sufrió el primero de una serie de accidentes cerebrovasculares. A partir de ahí, su vida pública desapareció poco a poco. Como actividad principal durante los últimos años de su vida, se dedicó a disfrutar y a cuidar su casa.

En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio para personas civiles otorgada por el presidente Lyndon Johnson. Un año más tarde fue elegida como la mujer del “Salón de la Fama” en la Feria Mundial de Nueva York. En 1968, unos días antes de su muerte, con 87 años, Helen le confesó a un amigo sobre todo lo vivido: “En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha”.

El 1 de junio de 1968 Helen murió mientras dormía. Su cuerpo fue cremado en Bridgeport, Connecticut y su funeral se realizó en la Catedral Nacional de Washington. Fue enterrada en el mismo lugar donde descansa Anne Sullivan.

El día en que se enamoró

Cuando tenía 36 años, Helen se enamoró de Peter Fagan, un joven escritor que era su asistente de secretaría, quien había aprendido el lenguaje de señas manual para poder hablar con Helen y traducirle textos. Había planeado fugarse con él, pero su madre se lo impidió porque creía que a una persona con una discapacidad no se le debería permitir casarse y tener hijos.

"¿Qué consuelo terrenal hay para alguien como yo a quien el destino le ha negado un marido y la alegría de la maternidad? En este momento mi soledad parece un vacío que siempre será inmenso. Afortunadamente tengo mucho trabajo por hacer", escribió Helen en su diario.

Mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad

Su misión fue mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Además, logró cambiar la percepción que había sobre las personas con ceguera. Con su estilo de vida inspirador, les permitió soñar a todos los que veían con su discapacidad distintos obstáculos.

Helen 9.jpg
Helen viajó por más de 39 países y pregonó siempre con su ejemplo. Aquí una postal en el aeropuerto de Mumbai, en India, en 1955.

Helen viajó por más de 39 países y pregonó siempre con su ejemplo. Aquí una postal en el aeropuerto de Mumbai, en India, en 1955.

De 1931 a 1947 recorrió Estados Unidos para luchar por la construcción de escuelas para personas con pérdida de visión. Además, logró que el gobierno estadounidense imprimiera y distribuyera libros en Braille para que distintas personas con disminución visual pudieran leer. Durante la década del 40, aseguró fondos para la rehabilitación, capacitación vocacional especial, colocación y supervisión de personas ciegas, incluidas a todas las que habían perdido la vista en la Segunda Guerra Mundial.

De su mente, salieron varios pensamientos privilegiados que quedaron para siempre en sus libros: “El Mundo en que Vivo”, “La Clave de la Vida”, “En Plena Corriente” e “Historia de mi Vida”. Además, llegó a filmar también la película “Liberación”, en la que fue protagonista.

Helen Keller 2.jpg
Con 19 años, Helen ya disfrutaba de la lectura de un libro en Braile.

Con 19 años, Helen ya disfrutaba de la lectura de un libro en Braile.

Fue la primera mujer que hizo público su diagnóstico con el fin de contribuir a su desestigmatización. Además, se convirtió en activista a favor de diversas causas relacionadas con la salud mental y el envejecimiento. Llegó a intervenir ante el Congreso con el fin de lograr financiación y atención mediática sobre las enfermedades mentales.

“Ya no soy muda”, dijo un día. Helen tenía diez años. Y ese pensamiento lo llevó a la acción para siempre.