El hombre se dirigió directamente hacia el arquero del Volpiano Pianese y lo golpeó en la cara. La agresión no terminó allí: continuó atacándolo incluso cuando el joven ya estaba en el suelo. La situación solo se detuvo gracias a la intervención de directivos de ambos clubes, aunque uno de ellos también resultó herido al recibir un golpe.
Qué lesiones sufrió el jugador de 13 años
El arquero agredido debió ser trasladado de urgencia al Hospital Martini de Turín. Allí los médicos confirmaron que sufrió una fractura de tobillo, además de las consecuencias físicas de los golpes recibidos en el rostro y el cuerpo.
La lesión demandará un tiempo de recuperación significativo y privará al joven de continuar compitiendo en el corto plazo, una situación especialmente dura en una etapa clave de su formación como futbolista.
Qué dijo el club CSF Carmagnola tras la agresión
El CSF Carmagnola, equipo al que pertenece el hijo del agresor, difundió un comunicado a través de sus redes sociales en el que manifestó un “profundo pesar y firme condena” por lo ocurrido.
En el mensaje, la institución remarcó la importancia de que el deporte, y en especial las categorías juveniles, sean siempre un espacio basado en el respeto mutuo, la educación y el crecimiento personal de los jóvenes.
Además, el club aseguró que tomó las medidas necesarias contra el responsable de la agresión, con el objetivo de proteger tanto la integridad de los jugadores como la imagen de la institución.
Los episodios de violencia en el fútbol infantil generan un fuerte rechazo en la sociedad, ya que involucran a menores de edad que deberían desarrollarse en un entorno seguro y formativo. La intervención de adultos en estas situaciones, lejos de calmar los ánimos, suele agravar el problema y deja secuelas físicas y emocionales en los jóvenes deportistas.
En este caso, el hecho de que un padre haya golpeado a un arquero de 13 años no solo representa una agresión física grave, sino que también atenta contra los valores que se buscan transmitir en el deporte formativo.
El violento episodio en Collegno dejó en claro la necesidad de reforzar los valores de respeto y convivencia en el fútbol juvenil. Mientras el arquero del Volpiano Pianese inicia su recuperación tras la fractura de tobillo, la comunidad deportiva italiana exige medidas más estrictas para prevenir que hechos similares vuelvan a ocurrir.
El CSF Carmagnola, con su pedido de disculpas y la condena pública a la agresión, dio un primer paso. Sin embargo, el desafío más grande sigue siendo erradicar la violencia del fútbol formativo y garantizar que los chicos puedan jugar y crecer en un ambiente seguro.