Qué herencia dejó Jack Doohan en el motor del Alpine
Parte de esta situación se debe a la gestión previa de Jack Doohan, quien antes de dejar el asiento consumió buena parte de los cupos disponibles. En apenas seis carreras, el australiano utilizó hasta tres unidades de algunos componentes sensibles, como el MGU-H y el turbo. Esa sobrecarga redujo al mínimo el margen para Colapinto, que se encontró con un panorama limitado desde su debut con el A525.
Por qué Bakú puede ser un escenario favorable para el cambio de motor
El Gran Premio de Azerbaiyán es uno de los más exigentes del calendario para los motores. El circuito callejero de Bakú combina rectas muy largas, en las que se alcanzan velocidades máximas extremas, con zonas trabadas que ponen al límite la durabilidad del impulsor.
En este contexto, Alpine sabe que su rendimiento en clasificación probablemente sea bajo, con Colapinto obligado a pelear en la parte trasera de la grilla. Por eso, asumir una sanción en este trazado podría ser una jugada estratégica: el impacto en la posición de largada sería menor y, a cambio, el piloto argentino contaría con un motor más fresco para la próxima cita en Singapur, un trazado técnico donde la potencia no es tan decisiva.
Quiénes son los otros pilotos en riesgo de sanción
El caso de Colapinto no es el único. Según la documentación oficial de la FIA, hay varios pilotos que también figuran “en rojo” en el control de uso de unidades de potencia. Entre ellos aparecen Lewis Hamilton (Ferrari), Yuki Tsunoda (Red Bull), Kimi Antonelli (Mercedes), Fernando Alonso (Aston Martin) y Liam Lawson (Racing Bulls).
La situación de Alpine se agrava porque Pierre Gasly, compañero del argentino, aún tiene un margen de recambio dentro de lo permitido. Eso deja en evidencia que el desgaste más acelerado se concentró en el auto número 43, producto de la herencia de Doohan y de un calendario que ya comenzó a pasar factura.
Un escenario que refleja las dificultades de Alpine
El desgaste del motor es apenas una muestra del presente de Alpine en la Fórmula 1. La escudería francesa atraviesa una temporada cuesta arriba, con problemas de rendimiento y sin la capacidad de competir de igual a igual con la zona media de la parrilla. Para Colapinto, la posible penalización es parte del aprendizaje en un contexto adverso, pero también una oportunidad: contar con un motor renovado puede darle una herramienta más confiable para intentar destacarse en la segunda parte del campeonato.