Franco Colapinto volvió a la Fórmula 1 con Alpine, pero su continuidad no está asegurada. Desde Europa ya suena el nombre del piloto que podría reemplazarlo.
Franco Colapinto volvió a la Fórmula 1 con ilusión y talento, pero su lugar en Alpine no está garantizado. A menos de tres carreras de su regreso oficial, en Europa ya comenzaron a sonar nombres que podrían ocupar su butaca en caso de que el rendimiento no cumpla con las expectativas. Y uno de los más resonantes es el de Mick Schumacher, hijo del legendario Michael.
Quien encendió la alarma fue Timo Glock, expiloto y actual periodista de SkySport, al mencionar en vivo que el alemán “tiene más experiencia que Colapinto” y que “definitivamente sería un candidato si Franco no cumple”. La frase no tardó en rebotar por todo el mundo del automovilismo, especialmente porque Schumacher ya tiene vínculo con Alpine y viene trabajando como piloto de pruebas.
Mick compitió en Fórmula 1 entre 2021 y 2022 con el equipo Haas, sumando un total de 42 Grandes Premios, pero sin grandes resultados: solo obtuvo 12 puntos, sin podios, poles ni vueltas rápidas. Aun así, su apellido y su trayectoria previa lo posicionan como una alternativa seria en el paddock europeo.
En medio de los rumores, el director de Alpine, Flavio Briatore, intentó bajar el tono de la incertidumbre: negó que Colapinto tenga contrato solo por cinco carreras y aclaró que su continuidad se analizará “carrera tras carrera”. Es decir, sin blindaje contractual, pero con una evaluación permanente.
El piloto argentino tendrá una nueva oportunidad de afirmarse en la novena fecha de la temporada, el próximo fin de semana en el Gran Premio de España, en el Circuito de Barcelona. La actividad para Colapinto comenzará el viernes 30 de mayo con las dos primeras prácticas libres, seguirá el sábado con la FP3 y la clasificación, y cerrará el domingo 1° de junio, desde las 10 de la mañana en Argentina, con la carrera principal.
Será una carrera clave. Con la presión creciente desde los medios europeos y un apellido ilustre merodeando su lugar, Colapinto necesita responder en pista. El desafío es claro: demostrar que no está de paso en la F1.