El presidente de Boca esperó a que Fernando Gago hablara con sus jugadores y luego pidió tomar la palabra. Sin rodeos, expresó su enojo por el nivel exhibido en el Estadio Alejandro Villanueva y calificó la actuación del equipo como un "desastre". No solo apuntó a lo futbolístico, sino también a la actitud dentro del campo, un aspecto que incluso el propio Gago había marcado durante el partido cuando reprendió con dureza a Exequiel Zeballos.
La bronca de Riquelme no fue menor, pero también dejó una frase con un tinte de esperanza: "Nos dejaron con vida". Boca tendrá la posibilidad de revertir la serie en la Bombonera el próximo martes 25 de febrero, y la exigencia del ídolo es clara: el equipo debe mostrar una versión completamente distinta para seguir en la competencia.
Por su parte, Gago también se mostró molesto con algunos rendimientos individuales y analiza cambios para la revancha. En Boca saben que un traspié en esta instancia significaría no solo una crisis deportiva, sino también un impacto económico importante. La semana será clave para rearmar el equipo y recuperar la confianza antes de un partido que será determinante para el futuro del club en la Libertadores.