Por ejemplo, si una persona hiciera un plazo fijo por 30 días de $100.000, al finalizar el plazo recibirá $111.083: los $100.000 que había depositado en un primer momento más un interés de $11.083.
En tanto, si deposito un total de $600.000, en el mes se habrá conseguido un total de $65.589 en ganancias.
Si un inversor realiza un depósito de $200.000 en plazo fijo, generará rendimientos a 30 días de $21.863,01. En total, recibirá en mano, teniendo en cuenta el monto inicial y los intereses, $221.863,01.
Cuáles son los distintos tipos de plazo fijo
Existen cuatro tipos de plazos fijos, y cada uno dependerá de la necesidad de la persona, el plazo en el cual pretenda invertir el dinero, la urgencia o incluso la moneda:
- Plazo Fijo tradicional: es la forma más común de invertir el dinero, y la más escogida por los ahorristas. Consiste en la inversión de la plata que puede ser en plazos de 30, 60, 90, 180 y 365 días. Una vez finalizado el plazo escogido, la persona podrá retirar el dinero invertido más el interés generado.
- Plazo Fijo UVA: en este caso, el único plazo para realizar la inversión será de 90 días. A diferencia del anterior, el dinero invertido en el banco será convertido en Unidades de Valor Adquisitivo para generar interés. Antes de finalizar el plazo, el dinero se vuelve a convertir en pesos para entregar al ahorrista.
- Plazo Fijo UVA precancelable: trabaja de igual manera que el UVA, con la única diferencia de que puede ser cancelado antes de finalizar. Sin embargo, para la cancelación deben haber transcurrido 30 días y debe ser avisado con 5 días de anticipación.
- Plazo Fijo con intereses periódicos en pesos o dólares: esta inversión se puede realizar tanto en pesos o en dólares, y tiene un plazo mínimo de 60 días para realizarse. La diferencia con los anteriores es que el ahorrista podrá cobrar cada 30 días los intereses generados hasta el momento.