José Tasa: Una vez más. Todo es cuestión de tasas: la de pesos (plazo fijo) es menor al ritmo de devaluación impuesto por el BCRA. A los exportadores, que tienen que liquidar sus ventas, les conviene demorarlas sabiendo que el tipo de cambio será mucho más alto con el correr de las semanas. En la vereda de enfrente, a los importadores les conviene comprar rápido divisas al cambio oficial a sabiendas que cuanto más tiempo pase, más caro les saldrá. Si la tasa en pesos fuera mayor, no habría tal comportamiento. Pero esto es lo que vemos en este segmento. Cuando vemos el mapa completo aún es más complejo.
Periodista: No logro comprenderlo.
José Tasa: La suba de tasas en pesos, como siempre advertimos, aumenta el déficit cuasi fiscal del BCRA, por lo que debe pagar de rendimientos por los pases y las Leliq. Es la emisión de pesos a futuro e impacta en las expectativas de inflación. Tampoco se cree en el mercado que Martín Guzmán pueda reducir sustancialmente el rojo fiscal este año y el próximo. Más allá de lo que diga el staff del FMI, implica más inflación.
Periodista: Por ello el apetito por los bonos CER.
José Tasa: Es la única alternativa existente en un contexto de dólar blue estabilizado y lo mismo ocurriendo con el “contado con liqui” y el MEP. A los actuales rendimientos, sigue siendo atractivo apostar a los bonos CER cortos, dado que mi impresión es que la inflación será mayor a la evolución del dólar informal. Obviamente esta expectativa hay que seguirla de cerca todas las semanas porque los capitales financieros llegan para apostar al CER pero se van con sólo apretar un botón. Lo que está pasando desapercibido es el festival bonos de Guzmán: en el primer trimestre obtuvo un financiamiento neto, endeudamiento adicional a los vencimientos, de $600 mil millones. Para tener un parámetro ante tantos ceros, son u$s 3 mil millones en tres meses.
Periodista: ¿Cómo ve las negociaciones con el staff del FMI?
José Tasa: Nada nuevo esta semana. La verdad empieza a jugarse a mediados de mayo con la revisión que hará una misión sobre lo observado en el primer trimestre y viendo las perspectivas para los siguientes trimestres. Recuerde que el cumplimiento de las metas tampoco dispara subas en el mercado. Fíjese que aún cuando se anunció, el riesgo país se mantuvo en torno a los 1.700 puntos. Lo que pienso es que aún con un acuerdo vigente con el FMI, el mercado desconfía por el alto endeudamiento que trae aparejado y la ausencia de un plan serio contra la inflación. En síntesis: si va todo bien con el FMI, el mercado no se altera; si se complica, cae. No hay que esperar que de las reuniones con el staff surjan noticias que impliquen mejoras en los precios de bonos y acciones.
Periodista: ¿El contexto internacional cómo lo ve?
José Tasa: Tampoco creo que vendrán buenas noticias desde allí. La Reserva Federal está desarmando la exagerada inyección de liquidez que dispuso en plena pandemia. Hay seis subas de tasas que el mercado ya tiene incorporadas en sus precios actuales. Pueden ser más en función de los números que vayan surgiendo de la economía. La inflación en 12 meses en Estados Unidos en 8,5% fue el trago difícil de digerir de la semana pasada. Veremos que sucede en esta semana con la presentación de nuevos balances de empresas en Wall Street. Las acciones se moverán en función de esos resultados.
Periodista: ¿Espera cambios en el gabinete?
José Tasa: Me tiene sin cuidado porque no impactarán en los mercados. Puede haber ruido con la puesta en marcha del aumento de la electricidad y el gas que se viene en junio. Guzmán cumplió con el FMI y llamó a audiencia pública en mayo. Lo que no me queda claro es cómo determinarán el aumento para el 10% más rico de la población, es decir, la eliminación de los subsidios para ese segmento. ¿Por barrios en el que viven? Suena muy improvisado todo.