En paralelo, el sector agroexportador sigue aportando divisas, aunque con fecha de vencimiento. Durante los primeros tres días hábiles de julio, las liquidaciones del campo superaron los US$ 1.000 millones. El apuro respondió al cambio en las retenciones que entró en vigencia el 1° de julio: la soja pasó del 26% al 33% y el maíz y el sorgo del 9% al 12,5%. Para evitar la nueva carga impositiva, muchas empresas adelantaron sus Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) y concretaron ventas con las alícuotas anteriores.
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La cotización del dólar este viernes 4 de julio. (Fuente: Gentileza Rava).
Pese a este fuerte ingreso de divisas, la presión sobre el dólar no afloja. En el mercado ya descuentan que el flujo se agotará en las próximas semanas, lo que obligará al equipo económico a sostener el tipo de cambio con menor disponibilidad. A eso se suma un factor político porque se avecinan las elecciones. En ese contexto clave en el horizonte, se espera que crezca la demanda de moneda dura por parte de ahorristas que buscan cobertura ante la incertidumbre.
De este modo, el dólar oficial cerró la primera semana de julio con un avance que lo posiciona nuevamente por encima de la inflación, al menos en el corto plazo. El mercado entonces empieza a reflejar una nueva expectativa que tiene que ver con que el tipo de cambio ya no será el ancla de precios que fue durante los primeros meses del año.