El gigante asiático está en una carrera tecnológica por el desarrollo de la más moderna tecnología. En este caso, se busca mayor velocidad y menor intervalo entre el flujo de los datos móviles.
China lanzó un satélite para comenzar las pruebas de la tecnología 6G (Foto: captura de TV).
La tecnología de sexta generación, también conocida como 6G, ya está cada vez más cerca. Aun cuando muchos países (como la Argentina) todavía no disfruten de la tecnología 5G, las potencias mundiales en este campo ya están pensando en un nuevo instrumento.
China acaba de lanzar un satélite para ubicarlo en una órbita geoestacionaria y comenzar con las pruebas en 6G. La responsable de este avance en forma de testeo es la empresa China Mobile, una de las más desarrolladas en este campo y de las más grandes del mundo.
Si todos los ensayos dan los resultados esperados, el gigante asiático espera poner en funcionamiento el sistema 6G entre 2026 y antes de la finalización de esta década.
Los expertos en telecomunicaciones prevén que para el año 2030 habrá unos 500 mil millones de equipos conectados (computadoras, celulares, relojes, consolas de juegos) en todo el mundo. Es decir, 60 veces la población completa de la Tierra. Para ese entonces, el último avance, el 5G, ya no dará abasto y será necesario dar un paso más en la revolución tecnológica permanente.
La tecnología 6G traerá estos cambios en las comunicaciones
Para cumplir con todos estos avances será necesario mejorar el tipo de antenas que realizan los enlaces entre las comunicaciones y los paquetes de información. Por eso, la prueba del satélite chino.
Etos satélites, como el que acaba de lanzar China al espacio, se ubican en un rango menor que los habituales para las comunicaciones. Estarán a 500 km de altura y no a 36.000 km. Eso permitirá cumplir con varias de las nuevas funciones y mayores velocidades que se anticipan gracias a la tecnología 6G.
Otra de las ventajas que traerá es que las baterías de los equipos consumirán muchísima menos energía, con lo que habrá un beneficio para el medioambiente. Por ejemplo, una batería de un celular necesitará recargarse luego de 20 días continuos de uso.
Estos avances requerirán que se diseñen y desplieguen nuevas antenas para captar y retransmitir esta señales. Además, deberán coexistir con las de 5G e incluso las de 4G. Pero esto permitirá multiplicar la velocidad de comunicación y transmisión. Hoy, con un equipo 5G, los datos viajan a 20 Gbps (20 gigabytes por segundo) y pasarán a ser de 1 Terabyte por segundo con el 6G. Es decir, 50 veces más rápido.
