Las madres les pedían a los soldados que atraparan a sus hijos, según relató un alto oficial afgano sobre los hechos acaecidos en el aeropuerto, donde hubo 12 muertos desde el domingo.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, advirtió que ningún menor podrá salir de Afganistán si no está acompañado de su familia.
Rostros femeninos borrados
Mientras tanto, se pudieron observar varios carteles con rostros femeninos que adornaban las fachadas de salones de belleza en Kabul, la capital, pintados de negro o rotos.
Los salones de belleza habían estado prohibidos durante el anterior dominio talibán (1996-2001), cuando las mujeres se vieron obligadas a cubrir prácticamente la totalidad de sus cuerpos. En ese período, se les prohibió incluso asistir a la escuela, trabajar o salir solas sin un acompañante. La lapidación y los latigazos se volvió una forma de castigo común para las acusadas de adulterio.
Pero la situación se distendió a partir de 2001, con la llegada de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Ahora, que estas fuerzas se han retirado y que los talibanes avanzaron hacia el poder del país, se teme por el futuro de las mujeres.
Preocupación internacional
"Las mujeres y niñas afganas, como todo el pueblo afgano, merecen vivir sin peligro, seguras y con dignidad. Cualquier forma de discriminación y abuso debe ser prevenida. Nosotros, como parte de la comunidad estamos preparados para proveer ayuda humanitaria y apoyo, para asegurar que sus voces sean escuchadas", señala la declaración internacional difundida por la Cancillería argentina.
Los firmantes aseguran: "Vamos a monitorear de cerca que cualquier gobierno futuro garantice los derechos y las libertades que se han convertido en una parte integral de la vida de mujeres y niñas en Afganistán en los últimos 20 años”.
El texto fue firmado en forma conjunta por Albania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Unión Europea, Honduras, Guatemala, Macedonia del Norte, Nueva Zelanda, Noruega, Paraguay, Senegal, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos.
Escepticismo ante promesas
Con la intención de dar una imagen de moderación, los talibanes se comprometieron en los últimos días a dejar trabajar a las mujeres. El portavoz talibán Suhail Shaheen afirmó que la burka no sería obligatoria, y que las mujeres podrían estudiar en la universidad y las niñas, asistir a la escuela.
Pero también aclaró que estos “permisos” regirán siempre que se “respeten los principios del Islam”. Esta falta de precisión y las fisuras internas dentro del liderazgo talibán hacen temer que estas promesas no se cumplan.