Cada cuatro segundos una persona muere de hambre. Es la dura denuncia de más de 200 organizaciones no gubernamentales, que pidieron soluciones a los líderes del mundo que se reúnen en Nueva York.
Cada cuatro segundos una persona muere de hambre. Es la dura denuncia de más de 200 organizaciones no gubernamentales, que pidieron soluciones a los líderes del mundo que se reúnen en Nueva York.
La nueva edición de las deliberaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en esa ciudad sirvió como marco ideal a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) para presentar esta grave denuncia de la realidad mundial.
Lo hicieron con un pedido muy concreto: "Adopten acciones que frenen la crisis, ya que no es sólo un país o un continente, y el hambre nunca tiene una sola causa. Esta es la injusticia de toda la humanidad”, defendieron ONG de 75 países.
Es la grave conclusión a la que arriba el informe presentado por más de 200 organizaciones no gubernamentales. Estas ONG - con presencia en 75 países en todo el mundo - firmaron una carta abierta dirigida a los líderes estatales presentes en Nueva York para expresar su indignación por la “explosión del número de personas hambrientas” y hacer recomendaciones para detener la crisis mundial del hambre.
“Actualmente, 345 millones de personas en todo el mundo padecen hambre aguda", remarca el texto elaborado por 238 organizaciones que luchan contra este flagelo mundial.
El informe destaca una contradicción de graves consecuencias: “Es inaceptable que, con toda la tecnología agrícola que existe hoy, todavía estemos hablando del hambre en el siglo XXI”, dijo Mohanna Ahmed Ali Eljabaly de la Yemen Family Care Association, una de las ONG firmantes de la carta.
El informe marca que no es una cuestión que pueda enmarcarse en un país o en un continente. Es una "injusticia para toda la humanidad" que debe ser abordada globalmente, dice el documento.
Las Naciones Unidas tienen un objetivo que ya parece imposible de cumplir: hambre cero para el año 2030. La ONU reconoce que para poder llegar a esa meta, se necesitan unos 267.000 millones de dólares más al año. Una cifra que la pandemia, la suba de los alimentos, los combustibles y los demás efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, hacen muy difícil de conseguir.
La situación comenzó a complicarse cuando por la pandemia de Covid-19, la economía y el comercio mundial se detuvieron. Los países de menores recursos fueron los que en peores condiciones estuvieron para enfrentar esta falta de alimentos por el freno al comercio mundial.
Según las ONG, para alimentar a los 795 millones de personas que actualmente pasan hambre (de los cuales 345 millones pasan hambre extremo) se necesita que los líderes mundiales hagan cambios profundos en el sistema agroalimentario mundial.
Para peor, la crisis alimentaria se agravó por la invasión rusa a Ucrania y las crisis energética. También el cambio climático ya produce problemas para la solución del hambre. Todos estos temas piden las ONG que se traten prioritariamente en la Asamblea General de la ONU, que acaba de comenzar.
También es conocida la preocupación por este problema por parte de Kristalina Georgieva, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI). En su momento, al recalcular a la baja las previsiones de crecimiento global para este 2022 hablo de una "crisis sobre la crisis". Se refería al impacto negativo de la guerra de Rusia y Ucrania sobre la economía que comenzaba a recuperarse del parate global por la pandemia.
La semana pasada, el FMI informó que más del 12% de los africanos enfrentan inseguridad alimentaria y pidió a los gobiernos del África subsahariana que sean juiciosos en la definición de políticas y gasto público.
De los relevamientos internacionales surge que la mayoría de los países en la situación más crítica se ubican en el continente africano. Son:
En Mozambique, el 48% de la población no puede tener una dieta adecuada. En muchos países, el hambre extremo provoca retrasos madurativos o de crecimiento o enfermedades por fallas del sistema inmunológico.
Antes de la pandemia había unos 1.300 millones de personas que sufrían diferentes grados de pobreza. Las ONG calculan que solo el covid-19 hizo aumentar ese número en 500 millones de personas en el mundo.
A esto se suma el efecto negativo para la circulación de alimentos que tiene la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde Plan Internacional advierten: "La región del Sahel, África subsahariana, ya azotada por el hambre previamente, depende en gran medida de la importación del trigo que se cultiva en Ucrania”, según su director Sven Coppens.
Pero como acaban de señalar las ONG ante las Naciones Unidas. Es un problema global. Cada 4 segundos, muere una persona de hambre en el mundo.